¿Por qué tira de mí
como el vuelo de un ala la palabra?
Susana Benet
En los últimos años he regresado con más entusiasmo a la lectura de haikus. En esa costumbre de rastrear voces y propuestas es que di con Susana Benet (Valencia, España 1950).
El libro se titula La enredadera, pero lo que llamó mi atención fue que se aclara: Haikus reunidos, lo cual implica ya una trayectoria en ese sentido.
Y sí, este volumen reúne cuatro publicaciones anteriores más algunos inéditos.
En definitiva uno de esos golpes de suerte que todo lector espera, pues resulta notorio y además notable, lo bien que se mueve el pensamiento y la intuición de la poeta para capturar ese momento de intimidad con el mundo.
Aunque esté muerto Cómo se estrecha
que vivo los colores la sombra a mediodía.
del periquito. No quepo dentro.
Más allá que el formato de todos estos poemas se mantienen en el rigor silábico 5-7-5, lo gratificante es la inocencia y sencillez con que han sido escritos.
Bien se dice que una de las condiciones para escribir haikus es un espíritu sencillo, con una capacidad de asombro intacta, que permanece abierto a la naturaleza y lo que sucede a nuestro alrededor.
Vagón del metro. Día nublado.
En el cristal la mosca El canto del canario
viaja conmigo. es todo luz.
Después de esta agradable experiencia, supuse que en la obra de Susana Benet habría también poemas con un aliento más amplio. Hace unos días llegó a casa otro libro de ella, precisamente la cita con que abro este apunte son los primeros versos del conjunto.
Si me pidieran resumir su estilo, debiera subrayar al menos cuatro puntos cardinales:
Una mirada de extrañeza dentro y fuera de sí.
Una respiración sosegada.
Música y serenidad en el ritmo de los versos.
Escritura que dibuja paisajes y estados de ánimo.
Bajo esta perspectiva, si digo que en la nota bibliográfica se apunta que la autora es además acuarelista, no debe sorprendernos.
Este libro está lleno de acuarelas: un granado, una maceta, algunas plantas, la imagen de un ciprés, el paisaje de una carretera.
Pero la poeta no se conforma con observar detenidamente el mundo, sino que se integra y muchas veces se abisma en esa contemplación, en otras palabras, no sólo logra que el poema se vea, sino que igual se sienta con profundidad.
No hay temor
A Miguel d´Ors
No hay temor en la rama
que espléndida florece
bajo el hiriente sol
o la lluvia furiosa.
No hay temor en el fruto
sostenido en el árbol
por el ligero tallo,
ni en el pájaro leve
que surca el vendaval.
Sólo yo que contemplo
la rama, el fruto, el pájaro,
me enfrento con temor
a la mudable vida,
a la frágil belleza.
Sólo yo no florezco,
ni vuelo, ni maduro.
Si a la capacidad de observación añadimos un oído atento que guía a los versos, el poema surge para fundir el afuera y el adentro del poeta.
Claro, se dice fácil. El oficio de Susana Benet nos lo hace ver de esa manera, cuando ya sabemos lo difícil que es siquiera intentarlo.
La enredadera (Haikus reunidos), de Susana Benet. Editorial Renacimiento 2015.
La durmiente, de Susana Benet. Pre-Textos 2013.
Gracias por tu reseña que he encontrado por casualidad. Me alegra que hayas captado con tanto acierto lo que trato de expresar en mis haikus y poemas. Saludos.