Como originario de Ciudad Juárez y residente en gran parte de mi vida que ya casi pisa el cuarto de siglo, no puedo sentirme ajeno ni desprendido de aquella ciudad, aún viviendo ya 5 años en Monterrey. Como lector, investigador y autor, gran parte de mis ejes e inquietudes circundan a la palabra “frontera”, tanto la simbólica como la real.
Así, cuando comencé a ver entre colegas míos la existencia del proyecto “Juaritos literario”, me quedé maravillado.
En la literatura siempre se ha replicado y elaborado una taxonomía de la ciudad. Ejemplos sobran; el otrora Distrito Federal, dibujado por Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco o ene escritores de capital; el enigmático y encantador sureste mexicano de la pluma de Rosario Castellanos; el desierto mexicano de la narrativa de Daniel Sada, a veces coahuilense, a veces sonora; los instantes del norte de Durango y sur de Chihuahua trazados por Nellie Campobello, el Monterrey de David Toscana, el Monterrey de Joaquín Hurtado, el fantásticamente bien orquestado Monterrey de Ricardo Elizondo Elizondo, entre mil ejemplos.
¿Qué pasa cuando un grupo conformado por estudiantes y académicos se reúnen para elaborar una cartografía de una ciudad en específico?
Los estudios culturales salen a flote; la pluralidad permea. Aunque gran parte del grupo que originalmente formó el proyecto: Urani Montiel[1], Antonio y Amalia, estudian e investigan en áreas de la literatura, el equipo y el proyecto ahora exige nuevas perspectivas que buscan la interdisciplinariedad. Con la inclusión de nuevos colaboradores de otras áreas del conocimiento, ahora Juaritos literario requiere aproximaciones desde la sociología, historia, y filosofía.
Conceptos como frontera, cruce, garita, río, ruta, migra, cantina, morgue, desierto, todos éstos forman parte de la configuración semántica y esto a su vez se reproduce en la literatura, deja una huella.
El objetivo de “Juaritos literario” es: es trazar una cartografía urbana y transitable a partir de referencias literarias. De esta forma tanto el desarrollo histórico de la ciudad como su estado actual podrán ser conocidos a través de su representación en obras narrativas, poéticas y dramáticas que han elegido a Ciudad Juárez como un espacio protagónico en donde interactúan sus personajes.[2]
El proyecto, en palabras de Urani, su coordinador, contempla tres fases; a) búsqueda de material de lectura; b) recurrencias y ensayo de los textos y por último; c) ubicación, validación y visibilización las referencias literarias y los demás elementos concatenados en las coordenadas físicas.
Partiendo de este tríptico, además, el proyecto recurre a 4 instancias para la elaboración de una cartografía: 1) las Coordenadas, es decir, el espacio físico donde se ubica la referencia, 2) los Lugares insignia, también llamados landmarks de la Frontera, 3) los Elementos símbolos y 4), los Procesos de Movilidad y Cambio.
El diminutivo “Juaritos”, como se le dice de cariño a la ciudad, lejos de quitarle seriedad, más bien le resta la grisácea y a veces insípida rigurosidad académica. Empatiza con el tema, la ciudad es construida por los escritores y analizada por ojos críticos. Juaritos literario ensaya la ciudad.
Conformada por colaboraciones de diferentes estudiosos, muchos de éstos jóvenes, la dinámica del proyecto ha incluido entre sus filas el análisis de autores reconocidos de la frontera, como Víctor Hugo Rascón Banda, Jorge Humberto Chávez, Miguel Ángel Chávez Díaz de León, César Silva Márquez, Edgar Rincón Luna, Carmen Amato y Arminé Arjona. Además, de textos en donde se detecta un esbozo de la frontera, como el caso de autores como Edeberto Galindo Noriega, Eduardo Antonio Parra, Carlos Fuentes y Fernando del Paso.
Las entradas del proyecto brillan por su original construcción; 1) la detección del referente literario; 2) la resolución de preguntas contextuales como ¿año y publicación del texto?, ¿a qué género pertenece?, ¿qué sabemos del autor?; 3) la identificación y descripción del escenario literario, buscando la correlación con la Ciudad Juárez real; y 4) la reflexión sobre qué relación tiene ese escenario con nuestra vida cotidiana.
En todas las entradas se puede acceder a una liga con la obra en electrónico, o al menos los fragmentos resultantes, atributo que la caracteriza de otros espacios académicos donde no se proporciona la fuente, y en todas las entradas también aparecen imágenes -tomadas por los mismos colaboradores o extraídas de internet para ilustración- sobre la ciudad.
Esta configuración de la ciudad va dirigida entonces a una comprensión en lo colectivo, en un maping de lo urbano y de cómo las diversas manifestaciones en la literatura influyen en la cosmovisión que se tiene sobre aquella frontera.
Palabras más, palabras menos, Juaritos literario es un proyecto plural, heterogéneo, incluyente y arriesgado. Una dinámica que abre la brecha a lo que otras ciudades de este mundo llamado México, deberíamos comenzar por hacer.
Liga: https://juaritosliterario.com/
[1] http://uacj.academia.edu/CarlosUraniMontiel
[2] https://juaritosliterario.com/proyecto/objetivos/