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Contra el jazmín: cinco poetas rusos actuales

octubre 20, 2018Deja un comentarioPoesíaBy Carolina Olguín

Imagen: pixabay.com.

Hemos preparado esta pequeña selección de poesía rusa contemporánea porque siempre será necesario descubrir o reconocernos en otras lenguas y miradas de la realidad, otros imaginarios, recortar la distancia entre las culturas y las lenguas, en este caso, entre el ruso y el español. Valga esta selección para permitir al lector asomarse a este mundo, sortear las dificultades del idioma y la circulación, siempre insuficiente, de libros de poesía en ruso y sus traducciones a nuestra lengua.

 

Eugenio López Arriazu, poeta argentino, investigador y especialista en literaturas eslavas, nos entrega una muestra del trabajo de un puñado de poetas rusos de la actualidad.

 

Las voces particulares de cada uno de estos cinco poetas son distinguibles, van desde un tratamiento directo del asunto en el poema, con un lenguaje austero, hasta la sinuosidad de las imágenes y metáforas que un poema requiere para bordear los significados y crear nuevas realidades sensibles. Encontraremos preocupaciones tan elementales como cotidianas y hasta polémicas, así como conflictos del yo y de lo perecedero, o bien, sobre la otredad como espejo sutil de la percepción.

 

 

Traducciones de Eugenio López Arriazu*

 

Andréi Polonski

 

Nació en Moscú en 1958. No terminó sus estudios de historiador. Estuvo bajo arresto, en la guerra y tras el círculo polar ártico. En 1990 creó el grupo literario Signo duro y a comienzos de la nueva era participó en la creación de la Sociedad de los Kastopravdi Libres y del almanaque Kastopravda (www.kastopravda.ru). Ha publicado los poemarios Carrito de guerra (2001), Jerusalén-Tibet (2006), Mejor fumo (2010), Se durmió el apóstol (2012), Versos del año 13 (2014), Así, nosotros (2015) y Nos quedamos (2016); y los libros de prosa Apología de Iván el tonto (2011), Anécdotas rusas (2013) y Derviches en motocicleta (2018). Ganador de los premios Aqua vitae (2014) y Futurum art (2016). Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés, alemán, polaco, búlgaro y hindi.

 

 

* * *

 

Un muchacho de diecisiete que no ha perdido la inocencia

da pena

un hombre de treinta que nunca tuvo una historia larga de amor

da pena

un hombre de cincuenta que coge todo lo que se mueve

da pena

un hombre de setenta que ha olvidado el sexo

da pena

un viejo de noventa

da pena

tengo resaca de anfetaminas

todo me da pena

 

 

Tema actual

 

Un hombre maduro no debe cogerse a una señorita menor,

Un hombre maduro no debe cogerse a una señorita menor,

Un hombre maduro no debe cogerse a una señorita menor,

En especial su profesor.

 

Las señoritas de dieciséis no deben cogerse a hombres maduros,

Las señoritas de dieciséis no deben cogerse a hombres maduros,

Las señoritas de dieciséis no deben cogerse a hombres maduros,

Sobre todo sin móvil puro.

 

Marqués de Sade, volvé al penal,

Sos culpable, volvé al penal,

Vamos, cerdo, volvé al penal,

¿Aún aquí? No sé qué pensar.

 

Ya me morí, quedó sólo mi texto,

En suma, si alguien muere, únicamente queda sólo texto,

Te fumás, y queda sólo texto,

En el texto – sexo.

 

Miles de heridos o ultrajados atacan desde las zonas de los muertos,

Veneno o exilio – atacan desde las zonas de los muertos,

Tienen todo anotado, según las reglas de las zonas de los muertos,

Un nuevo tiempo.

 

Pero, para salvarnos de ellos, como en toda distopía,

Nos jugamos por las de dieciséis, desnudas, despeinadas y festivas.

 

 

***

 

Rezamos a Dios Padre, ¡perdónanos, Señor!

Mi esperanza es Tus diluvios, mi esperanza es Tu bochorno,

Seas como seas: severo, distante o celoso,

No me abandones, habla conmigo, Señor.

 

Todos salen libres… regresan a casa rendidos,

Por cosas insignificantes pagan un precio elevado

y dicen irguiéndose en el umbral: Qué poco me has dado,

No me abandones, Señor, habla conmigo.

 

 

 

Olga Jojlova

 

Nació en Leningrado en 1977. Es directora del teatro para niños Kukli y ha publicado los poemarios Tránsito (2005), Helicón (2005), Libro de imágenes para poetas y niños (2009) y Eiiafiatlaiokudl (2010). Ha ganado el premio A. Ajmátova (2009), el diploma del concurso Volóshinov (2009), el Torneo de poetas de Koktebel (2009) y el premio Petersburgo Joven (2010). Es miembro de la Unión de Escritores de San Petersburgo y de la Unión de Escritores Rusos.

 

 

al alba

 

nos pondrán contra el jazmín

un amanecer de primavera…

un cielo de aguamarina

para nos y los verdugos.

amén –dirán– amén

y el aire mezquino

olerá a vainilla

y a demás tristezas.

 

y después… habrá la luz

y un nuevo día, días cotidianos,

los chimentos de los diarios

y demás frivolidades:

de la guerra a los resfríos;

sólo no habrá nosotros…

ni nosotros, ni palabras, ni los sueños,

ni la muerte… ni una mierda.

 

 

***

 

pernocta en mis pómulos un tártaro

en los ojos un kazajo

la abuela gitana me canta cantos de cuna…

cuántos fondos se han perdido en sus bosques?

cuántas cimas tragado el abismo?

no se enfría la sangre

en una híbrida hilera apretada:

las venas se trenzan / arde la ingle y es polvo

y todo –aquí y ahora– ante tus ojos

levántate y anda

muere

y de nuevo resucita…

no es dolor, es miedo

lo que en mí dormita

pero despierta con ágil

lengua, como si con cada conocido atravesada:

con todos se acostara

con todos fraguó palabras

cómo explicar su infierno y su júbilo…

el occidente ruge, susurra en respuesta el oriente

un cintazo de insultos

un murmullo de plegaria

como agua a través de la piedra –otra vez y de nuevo–

no querés otro trago?

 

 

***

… y en el momento en que no estabas –

tu madre volvió a parirte

se desprendió del dolor

aulló

pidió que perdonaran

al hijo

de sangre a su niño

para la vejez crecido

para no retornar

ahí está cartel de papel en mano

devuélvanme al hijo

parece, ante el Mismo Dios

pues la gente pasa

y ahí está parada

y le llora a nadie

como si aquí pariera

desde siempre parada

nunca feliz

como si creciera

como сlavada

como una estaca

.

hemos aprendido

a ver tales cosas

 

 

 

Dmitri Grigóriev

 

Nació en 1960 en Leningrado. Es poeta y prosista, además de haber trabajado en numerosos oficios desde carpintero hasta investigador de las feromonas de los insectos en la Universidad de San Petersburgo. Autor de 12 libros de poesía y prosa, y más de 100 publicaciones en revistas, almanaques y antologías. Su poesía ha sido traducida al inglés, polaco, francés, checo, serbio e italiano.

 

 

* * *

 

Un niño hace sapitos en el agua del golfo,

cuenta cuántos saltos da la piedra-sapo

hacia la niebla donde el barco

de los dichosos se confunde con la nave de los locos.

 

Interferencia es el uno con el otro,

e intervención si uno entra

a lo del otro, mira alrededor, tira las cosas a un rincón,

pero la piedra-sapo salta por encima de su cabeza,

 

por encima de las charlas sobre la guerra y etcétera:

importa más hallar una piedra plana entre la gente,

para no hundirse de golpe, para dejar puntos suspensivos

en el agua lisa de los círculos.

 

 

* * *

 

El día se escurrió cual lagartija

de las manos de un niño:

viborea en la palma la cola

y la lagartija ya no está…

 

 

Mamá trabaja

 

De pronto la vi

a mamá

en la fiesta de los ángeles

lavando los platos,

barriendo las plumas,

se acaba la fiesta,

bailan las estrellas en ronda,

y ella siempre ocupada:

limpia los manteles,

tiende las camas celestiales…

 

Incluso antes

no podía no trabajar,

primero estudió,

después construyó aviones,

y después del ACV

se hizo portera

del jardín de infantes:

los médicos le recomendaron

aire fresco y movimiento,

se alegraba con la nieve

y las hojas del otoño.

 

Y ahora

mi mamá trabaja

hasta cuando duermen los ángeles.

 

 

* * *

 

Fui tan rápido a tu encuentro

que las abejas a contramano

me acribillaron como balas…

 

Sólo polvo y miel

quedaron en mi pecho.

 

 

 

Galina Iliújina

 

Nació en Leningrado. Es poeta y abogada. Autora de los poemarios Zona peatonal, Luz cercana y Febrero de pájaros (premio especial Voloshin 2013). Organizadora del festival anual Puentes de Petersburgo, ganadora de los premios Petersburgo Joven y Los niños Ra. Es miembro de la Unión de Escritores de San Petersburgo y de la Unión de Escritores Rusos.

 

***

 

Donde vayan en Komarovo,

hoy, en la neblina otoñal…

todo termina aquí en el golfo

de guijarros olor a limo,

 

donde con el triste cencerro

marchaba la vaca sagrada,

en cadenas su ser austero,

junto a encajes de espuma finos.

 

Ni imperativo categórico

ni Kant. Su esqueleto calcáreo

le lamen las lenguas del golfo

al son lunar cascabelino.

 

Y lleva tristemente el viento

la palabra que nadie oye…

Ámennos mientras estemos

con vida, ni falsos, ni fríos.

 

 

***

 

No tejas tus nuevas secretas, Shiva tela de araña:

todo lo aquí murmurado es irreal, es todo engaño:

y el mirador de la viuda y el aljibe y el granero.

Сon un hato al hombro, el nido abandona el duende hogareño.

Pero una luz parásita yerra, temblando, se aferra

en la flor estéril, en las mustias hojas de la hiedra.

Todo lo confunde prolongándose, exhausta, una vida…

por el roto cristal colorido en las tablas podridas

se cuela abrupta una luz naranja, se alumbra la foto…

silueta amarilla y muda, tan familiar de algún modo.

 

 

La salamandra

                        a Oljien

 

furia y alegría, lánguidos ritmos del jazz

me son tan familiares que ya no tengo miedo,

dicen, no podrás, te caerás, no vas a acabar

de tocar la flauta, ese son, donde todo es bueno

con aire de poca monta, mas saldrán… montes de oro

donde la salamandra ha de bailar sus arabescos

susurro de arena garrudas raíces de fresnos…

al diablo, que mendigue por el mundo el puerco-otoño

estruendo de bloques de sal contra las duras peñas,

el eco que procurabas de la tibieza

en el traquetear del camino de trenes aviones

se dispersaron de Cámelot los caballeros

un trozo del grial a cada uno de recuerdo

la eterna lagartija se mueve en caracoles

¡basta, loca, tontita, muy alto, ya está bien!

sólo se ríe, resplandece, muda la piel

 

 

 

Dmitri Legeza

 

Nació en Leningrado. Es poeta y doctor en medicina. Autor de los libros de poemas El zapatero (2006), El gato en el alféizar (2011), Cuadros de un mundo cambiante (2017) y de numerosas publicaciones en revistas literarias. Es miembro de la Unión de Escritores de San Petersburgo y de la Unión de Escritores de Rusia, además de uno de los fundadores de la Sociedad Literaria “Píter” y del festival literario internacional Puentes de San Petersburgo.

 

***

 

Este poema es muy sutil

Este poema es complejo

Contiene alusiones

Pensamientos que se imbrican

Para comprender este poema

Hay que ver y pensar como el autor

Hay que oír como el autor

Hay que convertirse en el autor

Pero el autor es viejo y pelado

El autor es miope y encorvado

No se cambia la camisa

Ni siquiera se lava las medias

No quiero ser como el autor

Quiero pensar y ver por mí mismo

Por favor no me obliguen

A leer este poema

 

 

***

 

Una vez conmigo en el subte

Viajó un hombre desnudo,

Es decir, desnudo del todo

(¿Y cómo pagaría el boleto?)

Por qué desnudo…

Habría perdido una apuesta

O querría probar algo,

El hombre desnudo.

Alrededor del hombre

Había lugares vacíos

En los que la gente tenía miedo de sentarse,

Nunca habían visto a un hombre denudo en el subte.

Pero yo iba sentado en el banco de enfrente.

Me daba lo mismo.

 

 

***

 

Arrȇt! Arrȇt! Y cien automóviles

De golpe se congelan en Chemin Remembrance:

Una hoja de arce

Cruzó el camino.

Hace muchos años que ni los lugareños recuerdan

Un otoño tan transparente en Quebec.

Pero yo lo recordaré, precisamente ése.

Je me souviens.

 

 

*Eugenio López Arriazu es escritor, doctor en Letras, profesor de la Universidad de Buenos Aires y traductor del ruso, francés, inglés y latín.

 

*Imagen de portada: pixabay.com.

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Sobre el autor

Carolina Olguín

Poeta, profesora de lengua y literatura y editora independiente. Es autora de Libro de la vigilia, poemario publicado en 2014 por Abismos Casa Editorial. Sus publicaciones han aparecido en revistas como Tierra Adentro, Letras Explícitas, Revista de la Universidad de México, Armas y Letras, así como en antologías nacionales, y periódicos y revistas de Bolivia y Venezuela. Colabora en La Resolana de Nuevo León.

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