Sinopsis.
El proyecto ciudadano OCACY (Observatorio Ciudadano de Arte y Cultura de Yucatán) pretende establecer un punto de encuentro y diálogo al interior de la comunidad y hacia las instituciones para el mejor desarrollo de la actividad cultural en el Estado.
OCACY surge como una necesidad de articular a diversas expresiones de la comunidad artística de Yucatán preocupadas por establecer nuevos sistemas organizativos y participativos entre la comunidad y la sociedad.
Hace aproximadamente dos meses, a partir de los tiempos coyunturales que vivimos, en donde los cambios administrativos de gobierno se suceden en los tres niveles, tanto en el legislativo como en el ejecutivo, los artistas nos decidimos convocar en un espacio plural y diverso con procedencia de todas las áreas artísticas y de la cultura.
A partir de una serie de reuniones semanales, el colectivo de personas trabajadoras del arte y la cultura decidimos formalizar el espacio de trabajo como un Observatorio, el cual decidimos que sea ciudadano para que represente a la población y no los intereses institucionales, y también perseguimos que la mirada sea amplia sobre todas las manifestaciones culturales, con un límite geográfico establecido en el estado de Yucatán.
A este respecto es importante señalar que la procedencia de todos los participantes ha sido de la ciudad de Mérida, teniendo por ahora una perspectiva municipal únicamente, sin embargo, la vocación del observatorio es más amplia, en tanto aspira a vigilar y proteger los intereses de toda la comunidad del estado, así como permite el acceso a cualquier persona que radique en Yucatán.
En el Observatorio nos hemos preguntado: ¿Qué observar?, a lo que nos hemos contestado que debemos vigilar asuntos, fenómenos y problemáticas de interés público vinculados a la cultura en Yucatán, ya que los observatorios “adoptan como función principal la vigilancia, evaluación y control de ciertos aspectos de la vida pública que son susceptibles de ser intervenidas y/o solucionadas por el gobierno y/o la sociedad civil. […] Observar de manera organizada lo que sucede en su entorno (político, económico, social, cultural, etc.) para que dichas observaciones sirvan como base para proponer soluciones a problemas que importan a ciertos sectores de la sociedad, así como la discusión de temas para la toma de decisiones”[1].
A partir de este posicionamiento epistemológico, y después de la revisión de algunos otros proyectos de similar procedencia en otros lugares del país, recurrimos a la creación de líneas de trabajo que a continuación nombramos, las labores del observatorio serán:
- Generar un padrón confiable y actualizado de artistas y trabajadores de la cultura en el estado.
- Construir espacios para compartir e intercambiar materiales legales, administrativos, fiscales y de regulación vinculadas al quehacer artístico y cultural.
- Observar políticas culturales, procesos y modos de producción, aplicación de leyes y reglamentos, tendencias, problemáticas, interacción de las actividades culturales con los diferentes órdenes de gobierno así como con otras áreas del conocimiento.
- Proponer iniciativas y acciones tanto a instituciones públicas y privadas como colectivas e individuos de la sociedad civil a partir de análisis y evaluaciones previas realizadas al interior del Observatorio.
- Propiciar el diálogo y la participación ciudadana con autoridades y representantes públicos así como entre los miembros del gremio.
- Mediar entre las diferentes partes involucradas en alguna problemática o conflicto.
- Establecerse como frente común y voz colectiva legitimada en materia de arte y cultura en el estado.
- Dar fe y legalidad de los procesos de selección, asignación de recursos e implementación de programas de los diferentes niveles de gobierno.
- Ser un órgano consultor especialista en cultura.
- Evaluar el alcance, impacto y pertinencia de las acciones que se emprenden tanto desde la iniciativa privada como pública.
La observación se limitará a las diferentes manifestaciones y prácticas culturales desde una perspectiva amplia y expandida, a partir de las capacidades de representatividad de sus miembros.
El territorio geográfico a observar se centrará en el estado de Yucatán, dando espacio a todas las regiones.
Cualquier miembro de la sociedad civil podrá proponer al Observatorio, vía escrita, la necesidad de observar o analizar algún fenómeno de interés colectivo, dicha incorporación tendrá que ser ratificada por una mayoría.
No se contemplarán sanciones ni castigos de ninguna índole, limitándose a la recopilación de datos, análisis, evaluación y recomendación de acciones que se consideren necesarias.
Como una de las primera acciones que llevamos a cabo como Observatorio fue poner en circulación un cuestionario virtual que persigue el diagnóstico del estado del arte en materia de cultura en Yucatán, dicho cuestionario fue visitado por más de 800 personas, obteniendo 600 respuestas cualitativas que estamos organizando y analizando para desarrollar estrategias de trabajo con base en ellas.
En este mismo cuestionario se podía inscribir cualquier persona al observatorio, mismo que hoy tiene inscrito 80 personas como miembros activos.
Sumando al cuestionario, se realizó el primer Foro de arte y cultura de Yucatán, que tenía como finalidad propiciar el diálogo entre los miembros del Observatorio y con la comunidad en general; se realizó hace un par de meses y contó con la participación de más de 200 personas que se organizaron en nueve mesas de trabajo, con temáticas disciplinares (teatro, danza, música, gestión, etc.) y de las que emanaron sendas propuestas para desarrollar al interior del observatorio.
Tanto las conclusiones y acuerdos del Foro como las respuestas del cuestionario son dos insumos que al interior nos están sirviendo para desarrollar futuras propuestas de trabajo, así como líneas de acción.
La coyuntura política que se vive amerita la implementación de estrategias eficaces para participar activamente de la vida pública; solo a través de una sociedad organizada tendremos capacidad para interpelar a nuestros gobernantes y establecer diálogos en condiciones no tan desfavorables para quienes nos dedicamos a la cultura. Ejemplos como los Observatorios de CDMX y Jalisco, así como el Observatorio Nacional de Arte y Cultura, constituyen para nosotros referentes indispensables para crear, no solo un espacio de vigilancia de las políticas culturales de nuestro Estado, sino también una red de organizaciones que puedan intercambiar información y crear estrategias conjuntas para la mejora de nuestras condiciones laborales. Sirva este texto para invitar a la comunidad artística y cultural de Nuevo León a iniciar el proceso de constitución de un Observatorio que se sume a los recientes espacios de defensa de la cultura de nuestro país.
[1] http://www.publicaciones.cucsh.udg.mx/pperiod/vinculos/pdfs/vinculos4/V4_11.pdf
*Imágenes de la página de Facebook @OCACY.