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En A Poverty of Rights: Citizenship and Inequality in Twentieth-Century Rio de Janeiro, la historiadora estadounidense Brodwyn Fischer investiga los derechos de la ciudadanía para los pobres de Río de Janeiro entre 1920 y 1960. De entrada, el objeto de análisis resulta difícil de atrapar. En general, la literatura sobre los grupos sociales marginados recurre a categorías que, sin tampoco estar siempre bien caracterizadas científicamente, por lo menos tienen sentido para los actores: las clases sociales, los inmigrantes, los afrodescendientes… pero tales identidades, tan complejas y significativas, tenían poco sentido para los pobres de Río de Janeiro. Su única particularidad común era una vida cotidiana dura, marcada por una constante escasez de recursos. Y lo de compartir una experiencia de indigencia a diario se considera comúnmente como una relación social débil, difusa, poco significativa histórica y políticamente. Así, pese a su importancia numérica, los pobres da cidade maravillosa no conformaron un movimiento social masivo, con la notable excepción de la lucha por los derechos de propiedad.
La problematización del libro radica luego en una relación dinámica entre ciudadanía, derecho y pobreza urbana: “poverty implied not only a lack of material goods but also a lack of rights to the legal city, the literal and figurative bedrock of full national citizenship” (p. 83). Se atendían las demandas de inclusión cívica y jurídica con, en el mejor de los casos, tolerancia o caridad. Para los cariocas pobres, el derecho era así “a privilege, not an entitlement” (p. 126). Paradójicamente, ello resultaba funcional para todos los actores. Constituía una herramienta de forclusión de la violencia, una frágil válvula de seguridad, que permitía que el sistema siguiera funcionando sin resolver conflictos potencialmente explosivos. Las élites y las clases medias aprovechaban el potencial lucrativo de los asentamientos informales. Para los pobres, renunciar al derecho posibilitaba alcanzar escasos recursos urbanos como viviendas y empleos: “rights poverty emerges as a compromise rather than a defeat” (p. 7).
Ciertamente, no se trata de un relato heroico de resistencia popular. La autora no analiza la lucha de los pobres por los derechos de la ciudadanía en términos binarios —fracaso o éxito—. El marco analítico es más sutil y elegante: investigar el lugar de los pobres en el derecho brasileño, tanto en los textos normativos como en la práctica cotidiana de la justicia. Esta investigación se basa en un rico trabajo archivístico: textos, cartas, mapas, historias orales, periódicos, canciones… Mezcla hábilmente métodos de índole antropológica y estadísticos. Cada parte cuenta con un prefacio y un posfacio que incluyen extractos de sambas y relatos de hechos históricos. Un análisis bivariado y multivariado de los casos de las cortes penales cariocas muestra que las principales condiciones que determinaban un juicio favorable eran una vivienda formal, una profesión y la posesión de documentos de identificación.
El libro se estructura en cuatro partes que corresponden a ramas del derecho: de la planificación urbana (parte I), del trabajo y de la protección social (parte II), penal (parte III) y de la propiedad (parte IV). En efecto, el derecho brasileño es de tipo continental: cada rama se rige por un código propio, y la evolución del derecho se hace mediante la ley y no la costumbre como en el derecho anglosajón. Al respecto, se puede reprochar a la autora una representación estereotipada del derecho continental. Por ejemplo: “ the constitutions’ utopian nature was entirely within the tradition of Brazilian lawmaking, as well as that of the civil law world; law, here, was meant to be a beacon rather than a reflection of reality.” (p. 117). Primero, el carácter icónico del derecho también se verifica en el derecho anglosajón: piénsese en la Constitución estadounidense, sacrosanta en la tradición política de dicho país pese a ser un texto del siglo XVIII. Segundo, es un preconcepto pensar que el derecho anglosajón sería más fiel a la realidad: la costumbre es (por definición) más estable que la ley, por lo que sólo permite cambios jurídicos lentos. Así la autora evoca el derecho continental en términos un poco groseros. Este detalle, sin embargo, no quita las calidades de A Poverty of Rights: una problematización sofisticada, una narración ágil y métodos rigurosos.
Brodwyn Fischer, A Poverty of Rights: Citizenship and Inequality in Twentieth-Century Rio de Janeiro, Stanford University Press, Stanford, 2008.