
“Con todo mi conocimiento e intromisión nunca podría predecirle del todo… Puedo alimentar a la oruga, y susurrar a través de la crisálida, pero… lo que sale de ahí sigue su propia naturaleza y me sobrepasa”.
Hannibal Lecter
Introducción
La historia de Hannibal en el mundo popular comienza en 1981 con el estreno del libro Red Dragon, escrito por Thomas Harris. La novela trata sobre Will Graham, un detective que es forzado a trabajar, a pesar de estar retirado, en un caso que nadie más puede resolver. Con el fin de dar con el asesino, Will pide ayuda al Dr. Hannibal Lecter, un asesino en serie que intentó liquidarlo a él.
La franquicia de Hannibal incluye cinco películas, cuatro libros y la entrega más reciente ―que será nuestro cuerpo de estudio―, una serie de televisión. La serie, a diferencia de los otros productos, centra su línea narrativa en Hannibal, pues ahonda más en el personaje y su relación con Will que en las investigaciones policiacas, sin llegar nunca a descuidarlas. La producción televisiva fue estrenada en 2013 y nos presenta un mundo previo al encarcelamiento de Lecter.
La serie tuvo tres temporadas, pero aunque fue muy aclamada por la crítica y denominada como una de las series más distintivas en la historia de la televisión, nunca logró la audiencia esperada, por lo que finalizó en 2015.
Para hacer este análisis, tomaré como referencia a Martin Heidegger. En su libro Ser y Tiempo,Heidegger habla de tres existenciales fundamentales del Dasein: Estar-en-el-mundo, Ser-sí-mismo y Poder-ser-sí-mismo.
Una de las grandes aportaciones de Heidegger es el interés por conocer el mundo en el que existimos en nuestra vida cotidiana normal. Gracias a este cuestionamiento Heidegger llega a una conclusión que revierte lo que Descartes decía ―“Pienso, luego existo”―, pues para él primero existimos y después comenzamos a comprender nuestra cotidianidad.
Desarrollo
Visualmente la serie es estética: la luz, el diseño de producción, los matices, todo funciona a la perfección para crear un ambiente sombrío y sobre todo elegante, pues retrata los asesinatos como si fueran obras de arte, tal como los percibe el protagonista. Los elementos visuales nos recuerdan el trabajo de grandes directores como David Cronenberg, David Lynch y Stanley Kubrick.
La serie nos permite conocer a Hannibal más a fondo; en las novelas y en las películas habíamos percibido a un Hannibal encerrado tras las rejas, y a pesar de verlo analizando a los asesinos investigados, jamás lo vimos en acción. La presentación del personaje sucede en consultorio, cuando el FBI lo contrata para tratar a Will; el espacio es tan grande que cuenta con una biblioteca en el segundo piso, el lugar está siempre ordenado y limpio, la luz que tiene es tenue, creando un espacio oscuro. La casa de Hannibal también denota su personalidad: es grande, con los mismos tonos azules que su consultorio. Su comedor es enorme pues le gusta ofrecer banquetes a sus conocidos. Uno de los espacios más importantes que habla acerca del personaje es la cocina; en ella tiene una caja con una serie de recetas, también tiene un tarjetero. Estos dos utensilios son de suma importancia pues, conforme vamos conociendo más a Hannibal, nos damos cuenta de que selecciona a sus víctimas de acuerdo al tarjetero y posteriormente elige la receta que preparará con ellos. Durante las películas y libros, lo único que se sabe sobre el patrón de Hannibal es que se come a sus víctimas, aunque nunca detallan cómo las selecciona ni como las asesina.
Durante la serie, Will y su equipo de policías investigan distintos asesinatos, de los cuales la mayoría son cometidos por Hannibal siguiendo el modus operandi de otros asesinos para despistar al FBI. La mayoría de los asesinos presentados en la serie fueron pacientes de Lecter, todos ellos llegaban presentando casos comunes de psicopatía y Lecter los alentaba a cumplir sus fantasías con una simple razón: curiosidad. “En el ámbito interpersonal, los psicópatas se caracterizan por poseer un encanto superficial, narcisismo o grandioso sentido del autoestima, mentir de manera patológica y emplear con maestría la manipulación y el engaño” (Garrido, 2011, p. 13).
Los diálogos del personaje son poéticos, la manera en que se expresa denota un gran acervo cultural. Hannibal no es solo un experto en psiquiatría, es también un ávido lector, un amante del arte y de la música clásica, y por supuesto, un gran chef.
“En algún punto entre negar sucesos horribles y llamarlos a gritos reside la clave del trauma psicológico. El trauma psicológico es un mal de los débiles, yo quiero devolverte el poder”. ―Hannibal Lecter.
Heidegger (1927) introduce un término: Dasein, cuya traducción literal es “ser ahí”; sin embargo, el término se usa sin traducción ya que tiene su propio significado, pues no puede ser reducido a una mente, ente, conciencia, visión o ningún otro concepto. El Dasein es determinación de ser.
El Dasein es arrojado dentro del mundo, por lo que no tiene control del mundo en el que existe. Al no tener control, el Dasein se convierte en parte de una cultura y un contexto social, por lo que aprende comportamientos del mundo en el que fue arrojado. En pocas palabras, la existencia en sí determina nuestras posibilidades de conocimiento.
Los existenciales son las posibilidades que constituyen la existencia del Dasein. Para que el Dasein pueda comprender su existencia, debe realizar un análisis de estos existenciales.
Los tres existenciales formales son:
1. Estar-en-el-mundo
El estar-en-el-mundo no se refiere a ocupar un lugar en el espacio. Para Heidegger no hay existencia sin un mundo en el cual existir, por lo que se puede decir que estar-en-el-mundo es el existir del Dasein. “Se pueda comprender cómo ligado a su ‘destino’ al ser del ente que comparece para él dentro de su propio mundo” (Heidegger, 1927, p. 77).
El Dasein se comprende a través del mundo en el que fue arrojado y de su relación de comparecencia con “El uno”. El Uno es la representación de la cultura del mundo del Dasein, en donde un individuo debe actuar bajo ciertas normas de comportamiento, provocando que el Dasein se aleje de su “destino” por estar ocupado de su relación con los otros.
2. Ser-sí-mismo
Cuando el Dasein se da cuenta de que es responsable de sí-mismo, se vuelve responsable de su vida. Heidegger le llama a este fenómeno “cuidado”. El “cuidado” se ocupa del yo del Dasein y se vuelve auténtico. La autenticidad a la que se refiere Heidegger es la aceptación de la responsabilidad de la vida propia, realizando lo mejor de sus posibilidades, aun cuando estas hayan sido predeterminadas por el mundo en el que fue arrojado.
El Dasein es el ente que soy cada vez yo mismo; su ser es siempre el mío. […] Cada vez este ente es un determinado yo y no otros. El quién es lo que a través del cambio de los comportamientos y vivencias se mantiene idéntico y de esta manera se relaciona con esa multiplicidad. (Heidegger, 1927, p. 135).
3. Poder-ser-sí-mismo
Este tercer existencial formal, se refiere a la condición de posibilidad que tiene el Dasein al estar-en-el-mundo y al ser-sí-mismo. Mientras el Dasein es algo, también no es otra cosa. Se extiende un mundo de posibilidades que el Dasein puede ser y a la vez que todavía no es, pero es existencialmente. “El Dasein, mientras es, ya se ha comprendido y se sigue comprendiendo desde las posibilidades” (Heidegger, 164).
Heidegger (1927) explica que cuando el Dasein se da cuenta de sus posibilidades, sufre una ruptura y entra en un estado de ansiedad o de angustia. Esta ansiedad le da al Dasein el verdadero poder-ser-sí-mismo, ya que se proyecta a sí mismo desde sus posibilidades.
La infancia y adolescencia de Hannibal son tratadas en una de las novelas de Thomas Harris; sin embargo, la serie no retoma ninguno de estos elementos, por lo que no haré referencia a ellos durante el texto.
Se sabe poco del mundo en el que fue arrojado Hannibal, lo que conocemos es el mundo que la propia serie crea, en el cual tanto el personaje como el espectador son arrojados por su autor al mismo mundo. Lo que conocemos del contexto del personaje es que es un aclamado psiquiatra, que goza de ofrecer banquetes a sus colegas, que colabora activamente con el FBI apoyando en perfiles psicológicos de asesinos seriales y que ama cocinar. Bajo esta premisa y si no se supiera que Hannibal es un asesino, los primeros episodios de la serie serían inciertos, pues jamás se pondrían en duda las intenciones del doctor.
Lecter vive de una manera superficial bajo las normas de comportamiento que “El Uno” le ha impuesto, pues en el mundo en el que fue arrojado no se permite ser abiertamente un asesino, por lo que Lecter es amable, educado, refinado y se desenvuelve con gran soltura dentro de su campo de estudio. Bajo una mirada superficial podríamos argumentar que Hannibal no es auténtico, de acuerdo a lo que dice Heidegger, pues pareciera que se aleja de su “destino” por su relación con los otros.
El estar-en-el-mundo de Hannibal consiste en atender a sus pacientes y sobre todo apoyar a Will a encontrar estabilidad mental para poder seguir haciendo su trabajo sin que le afecte psicológicamente.
“Los horarios son para pacientes. Mi cocina está siempre abierta para mis amigos”, le dice Hannibal a Will cuando lo busca después de una crisis. Este diálogo ejemplifica lo expuesto anteriormente, pues el estar-en-el-mundo de Hannibal se deja entrever con la relación que tiene con Will y el comportamiento “normal” con el que se relaciona con “El Uno”.
Hannibal es consciente de quién es, de lo que quiere, de lo que puede y lo que no puede hacer. Él es consciente de que es un asesino, de que disfruta cocinar y comer a sus víctimas e incluso servirlas a sus colegas; él sabe que su labor como psiquiatra es guiar a sus pacientes hacia la estabilidad mental y que legalmente, asesinar puede llevarlo a la cárcel. Sin embargo, él toma responsabilidad de su vida propia, asume el “cuidado” que Heidegger menciona en el segundo existencial formal: ser-sí-mismo. Pues Hannibal acepta las posibilidades del mundo en el que fue arrojado y decide vivir con ellas bajo el “cuidado” de sus decisiones. Es por eso que, sin temor, guía a sus pacientes a completar sus deseos homicidas, por más insignificantes que sean. El ejemplo más claro que la serie nos da de este comportamiento es lo que hace con Will. Lecter se aprovecha de su inestabilidad para manipularlo y guiarlo al homicidio de uno de los asesinos que él mismo está investigando. Uno de los diálogos más relevantes para ejemplificar el ser-sí-mismo de Hannibal es el siguiente: “Los psicópatas no están locos. Están completamente conscientes de lo que hacen y de las consecuencias de esas acciones”. ―Hannibal Lecter.
El tercer existencial denota las posibilidades que tiene el Dasein. Hannibal usa su mundo de posibilidades al no tener un patrón definido de asesinato, él es todos los asesinos investigados y a la vez que no es ninguno.
Su espectro de posibilidades puede o no incluir el no ser un asesino; sin embargo, su Dasein parece estar predeterminado, como el de muchos psicópatas, pues una de las condiciones de su estar-en-el-mundo está relacionada con el trastorno de personalidad que tiene y que no está bajo su control.
Conclusión
Los temas de asesinos seriales siempre han sido controversiales, pues hay personas que encuentran fascinante la manera en que ellos funcionan y se dedican a estudiarlos toda su vida. Pero también hay personas a quienes incluso el ver una película o una serie llena de asesinatos mostrados de una manera artística les resulta perturbador. Este análisis no pretende poner sobre la mesa cuestiones éticas ni morales, sólo presentar y exponer la interpretación de un personaje ficticio.
Según la teoría de Heidegger, se llega a la autenticidad cuando el Dasein es consciente de las limitaciones de su estar-en-el-mundo y toma “cuidado” de ser-sí-mismo; ahí es cuando su poder-ser-sí-mismo extiende un mundo de posibilidades. Hannibal es un ser auténtico pues cumple con lo que Heidegger expone en su teoría. Hannibal no se cuestiona si el homicidio es moral o éticamente aceptable, pero sabe que legalmente no lo es. En su espectro de posibilidades siempre estará el ser un asesino.
Referencias
Heidegger, M. (1927). Ser y Tiempo. Madrid. España: Trotta Editorial.
LeMay, E. Pitts, J. Gordon, P. (2000). Heidegger para principiantes. Era Naciente.
Garrido, V. (2011). Perfiles criminales. España. Grupo Planeta.