
Marina Perezagua es una escritora española, nadadora de aguas abiertas, licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y doctorada en Filología en Estados Unidos. Se especializó en el arte de la cultura oriental, misma que influye en gran parte de su obra. Ha publicado dos libros de relatos, y dos novelas, de las cuales una fue galardonada con el premio Sor Juana Inés de la Cruz. Actualmente reside en Nueva York.
¿Vivir en Nueva York te ha inspirado para escribir?
Muchísimo. Es muy duro para mí, creo que para todo el mundo, pero al mismo tiempo es muy estimulante. A nivel de cultura, de exposiciones, de teatro, de ópera, tienes todo. Si tú quieres ver a algún tipo de espectáculo que te guste, sabes que no tienes que esperar. Y te permite estar solo, en lo personal es bastante duro, porque te da mucha soledad, pero esa soledad siempre es buena para escribir.
¿Nadar también te ha ayudado?
Sí, de hecho yo tengo mucha ansiedad, en Nueva York, todo el mundo tiene ansiedad, y el agua es el único lugar donde me relajo, y yo creo que precisamente porque me relajo ahí es dónde empiezan a llegarme las historias.
¿La soledad en Nueva York te ayudó a construir el personaje de la novela?
Totalmente, a veces me pregunto cómo se sentiría estar en la piel de una condenada en el corredor de la muerte; también he experimentado lo que es la soledad, aunque no de la misma forma.
¿De dónde viene el título ¿Seis formas de morir en Texas?
Hace años, en los certificados de defunción de los penales en Texas, había seis casillas. Ponían, por ejemplo, muerte accidental, o suicidio, causa desconocida y una de ellas era envenenamiento; o sea, cuando ejecutaban a alguien, marcaban esa casilla. Ahora, cuando se ejecuta a alguien marcan la casilla de “homicidio”; el estado está reconociendo que comente homicidio.
¿Fue difícil hablar de ese tema en la novela?
No, de hecho, creo que lo más difícil fue conjugar la ficción con la noticia. Porque hay una parte que es una historia de amor ficticia y una parte que es la historia que no es inventada sobre los trasplantes ilegales en China.
¿Cómo decidiste que tu protagonista fuera una adolescente y no una persona mayor?
Fue porque leí un libro donde un preso pasó 18 años en el corredor de la muerte hasta que se demostró su inocencia. Y él escribió un libro y no había odio y eso me llamó mucho la atención. Dice que él piensa que es porque entró con una bondad que de alguna manera lo ayudó a superar el corredor.
La cultura oriental es un tema recurrente en tu trabajo. ¿Cómo entraste en contacto con esa cultura y cómo se introdujo en tu obra?
Por dos razones: primero porque antes de estudiar literatura primero estudié historia del arte y estoy especializada en arte oriental, tuve un profesor que estuvo muchos años viviendo en Tokio, y porque que me interesan mucho los retos a la hora de escribir y los mundos que me parecen distantes y es mucho más gratificante porque implica más investigación y trabajo.
¿Qué es lo que deseas que tus lectores se lleven con Seis formas de morir en Texas?
Suena raro, pero quiero que se diviertan, todo libro tiene un componente de inteligencia, pero también tiene un componente de entretenimiento. También que se den cuenta de lo que está pasando en China, con el tema de los trasplantes clandestinos.
¿Cuál crees que es el centro de tu escritura?
Creo que es la paradoja de que estamos en una sociedad muy difícil y problemática, y un tanto depresiva, pero que siempre hay esperanza.
Excelente Entrevista !!!!
Excelente entrevista! Artículo muy bien redactado.
Maravillosa.
Se agradece la publicación.