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Ajedrez posmoderno: China y Estados Unidos en el tablero centroamericano

diciembre 19, 2019Deja un comentarioEnsayo, Portada PolíticaBy José Daniel Arias Torres
Foto: Pexels.com

En términos comerciales, el flujo financiero, de bienes y servicios entre China y la región de Centroamérica no es grande en comparación con otros socios del país asiático; sin embargo, lo cierto es que, para este país que comienza a posicionarse como potencia mundial y a incrustarse en el quehacer internacional, su presencia en la región de América Central es crucial por diversas razones. En parte para afianzar su poderío en todo enclave político internacional, pero también para restar y minar la hegemonía de Estados Unidos que, aunque durante los últimos años mostró un constante declive, continúa siendo la principal potencia marítima en el mundo y esto se refleja en su preponderancia en los mares de Asia. Es casi una reacción natural por parte de China, involucrarse de forma activa en la realidad centroamericana, no solo como una política reaccionaria, sino como una política asertiva que reta la dominación norteamericana en la zona.

Así, en la última década, China se ha posicionado en América Central a través de la construcción de mega infraestructura y de préstamos millonarios, cuestión que ha preocupado a Estados Unidos debido a la guerra comercial que se ha emprendido entre ambas potencias, y que ha tratado de contrarrestar al presionar a los gobiernos de Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, de no ceder ante su depredación comercial, ya que este país no se rige por las normas del comercio justo internacional. No obstante, las amenazas de Estados Unidos parecen no dar  resultado, pues las actividades económicas de esta región con China continúan en ascenso, mientras que con Estados Unidos, en descenso:

Uno de los principales cambios, sin embargo, se refiere a la caída de la participación de Estados Unidos en el comercio centroamericano y particularmente en sus importaciones, con una caída de más de diez puntos porcentuales entre 1998 y 2014. China, como contraparte, se ha convertido en un importante proveedor de la región al sustituir las importaciones estadounidenses. (Dussel, 2018: p. 16-17)

La región centroamericana es actualmente uno de los escenarios internacionales más interesantes a estudiar, ya que si bien su importancia económica y política es ligera en comparación con otros grandes actores, esta región está viviendo un periodo en el que dos hegemonías se disputan la influencia en esta zona, por lo que el proyecto Chino en Centroamérica está lejos de ser irrelevante, ya que es la primera vez en más de un siglo de historia, que América ha dejado de ser solo para los norteamericanos. Los chinos ahora también buscan introducirse en la dinámica regional y consolidar su cada vez mayor presencia mundial.

Breve historia de las relaciones chino-centroamericanas

Las relaciones de América Central con la China continental son relativamente jóvenes. Centroamérica ya se había vinculado diplomáticamente con la isla de Taiwán, y aún después del establecimiento de relaciones entre Estados Unidos y la República Popular de China, situación que provocó y despojó a Taiwán de gran parte del reconocimiento diplomático internacional, Centroamérica fue la excepción y mantuvo los lazos de cooperación:

La Escuela de Guerra Política, el Fu Hsing Kang College, proveyó formación a oficiales centroamericanos participantes en operaciones contrainsurgentes. En el caso de Guatemala, militares destacados durante el conflicto bélico adjudican mucho valor a esa formación. Del mismo modo, se realizaron intercambios entre alumnos de las escuelas para oficiales de Taiwán e instituciones centroamericanas. (Peralta, 2006)


Lo anterior puede explicarse considerando el alineamiento que la región centroamericana tuvo con los Estados Unidos durante la guerra fría que, en una primera instancia, no reconoció al gobierno emanado de la revolución comunista china dirigida por Mao Zedong, y en su lugar, reafirmó el reconocimiento al gobierno oficial del Kuomintang refugiado en la isla de Taiwán.

Estados Unidos apoyó asimismo a los gobiernos y facciones anticomunistas en la región latinoamericana, por lo que los gobiernos centroamericanos alineados a la política e intereses estadounidenses, continuaron reconociendo como gobierno legítimo de China al establecido en Taiwán tras el fin de la guerra fría, a pesar del cada vez mayor peso de la República Popular de China en el mundo. Esto hizo de la región centroamericana uno de los aliados clave de Taiwán que gozaron de un trato preferencial en la isla.

Lo mismo sucede con Nicaragua y el triunfo de la revolución sandinista, a pesar de que teóricos y estudiosos anticipaban el estrechamiento de lazos políticos y económicos con China, lo que sucedió fue un seguimiento del status quo con la isla de Taiwán, a pesar de la aparente sincronía ideológica entre ambos países.

Sin embargo, todo esto cambia de dirección en 2013 cuando Costa Rica rompe relaciones diplomáticas con Taiwán para pasar a reconocer al gobierno de la China continental siguiendo el principio de “Una sola China”, el cual establece que, para poder entablar relaciones con la República Popular, es necesario reconocerla como la única China legítima y desconocer diplomáticamente a la isla.

Costa Rica es el único país de Centroamérica que, desde hace seis años, ha establecido relaciones diplomáticas con la República Popular China, rompiendo la vieja tradición centroamericana de más de medio siglo de relaciones diplomáticas con Taiwán. Los países del istmo centroamericano reconocían, desde 1949, al gobierno de Taiwán, como el “verdadero” representante del pueblo chino, en el marco de confrontación de la guerra fría. (Ruíz, s.f)

Con Costa Rica en la cartera china, la dinámica regional cambia y China se inserta para competir directamente en el mercado centroamericano con los Estados Unidos, que, como ya se mencionó, a lo largo de las últimas dos décadas ha reducido su participación comercial con los países de este eje en varios puntos porcentuales, vacío comercial que China ha ido llenando poco a poco.

El reconocimiento de Costa Rica a China, ha sido el pivote que el país asiático ha utilizado para demostrarle a los otros países de América Central los beneficios de entablar relaciones más profundas con ellos. El estado de San José en Costa Rica ha sido apoyado con la construcción de infraestructura y ha sido acreedor a préstamos millonarios por un monto de cien millones de dólares (Ruíz, s.f). De la misma forma, China ha inyectado en este país inversiones millonarias para el emprendimiento de nuevos proyectos:

Las relaciones entre la RPCh y Costa Rica han sido intensas y densas. Esta relación multidimensional ha incluido: donaciones; compra de bonos; intercambios culturales; la creación de un barrio chino; proyección de la representación diplomática de la RPCh hacia las comunidades chinas en el país; modernización de la refinería; construcción de una nueva carretera en el Caribe; y proyectos para crear una zona económica exclusiva. (Urcuyo, p.2. 2014)

Hoy en día, Taiwán ha perdido el reconocimiento de El Salvador en 2018, y de Panamá en 2017, pero continúa gozando con el de Nicaragua, Honduras, Guatemala y Belice.

Análisis de las relaciones chino-centroamericanas

Cuando nos referimos a Centroamérica, no nos referimos a un bloque homogéneo con una política común, al contrario, Centroamérica, como cualquier región en el mundo, se caracteriza por la heterogeneidad. Aquí confluyen diversos países que, debido a lo reducido de su masa crítica, en diversas ocasiones han encontrado la forma de enfrentarse a la realidad anárquica internacional como un bloque; una estrategia fructífera cuando se trata de negociar con grandes países, sin embargo, no omite sus diferencias. Ejemplo de esta cooperación es el Sistema de la Integración Centroamericana o SICA conformado por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Belice y República Dominicana, cuyos principales objetivos son la cooperación económica, la preservación de la democracia y la libertad política. En esta misma línea de multilateralidad también tenemos el Convenio Centroamericano de libre movilidad, conformado por El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, el cual permite a los ciudadanos de estos países tener libertad de movimiento transfronteriza entre estos Estados.

Por otro lado, China se encuentra en una etapa imperial expansiva, es decir, recién comienza a tener una presencia internacional importante, es por ello que, como ya se ha dicho, aprovecha cada oportunidad para inmiscuirse en las agendas políticas de países y regiones para posicionarse y consolidarse alrededor del mundo; por supuesto que el país asiático se enfrenta al problema de colisionar con los intereses de Estados Unidos y en diversas ocasiones de tener que competir con este otro imperio.

Puede decirse que la relación de China con Centroamérica tiene una doble funcionalidad. Por un lado, y en términos de política exterior, es un complemento a su afianzamiento en el plano mundial, al mismo tiempo que obliga a Estados Unidos a tener que competir por el mismo mercado y reta directamente a este mismo Estado al tener una presencia significativa en una de las regiones que durante la guerra fría se consideró “El patio trasero de los Estados Unidos”; continuando en esta misma línea y conjugando la política interna, la política exterior y la propia identidad del país asiático, el hacerse con el reconocimiento diplomático y despojar a Taiwán de este, es un asunto de interés y soberanía nacional y debido al importante peso de este país y a la continua inversión en megaproyectos, lo está logrando.

China en los últimos años ha anunciado una serie de proyectos que cambiarían las relaciones de poder en el mundo. El más ambicioso de ellos es el denominado “La ruta de la seda”, que busca integrar comercialmente a Asia con Europa, pero que de igual forma ha considerado a América.

Dentro de este paquete de influencia internacional, también se enmarca el hoy fallido proyecto del canal de Nicaragua:

En Nicaragua, el proyecto de construcción del canal fue adjudicado a la empresa china Hong Kong Nicaragua Canal Development Investment Co., del empresario Wang Jing. Este proyecto, además de la construcción del canal, tendría a cargo la edificación de carreteras, puertos y aeropuertos, un canal seco, un ducto para hidrocarburos y de ZEE. Tendría un costo de $40 mil millones y la concesión tendrá un plazo de cien años (Urcuyo, p.11.2014).

El canal de Nicaragua no se vio materializado debido a una serie de presiones al interior del país sobre cuestiones de transparencia, impacto ambiental y la concesión de cien años; sin embargo, manifiesta el interés que tiene el país asiático en la zona y la disposición que tiene para intervenir de forma cada vez más activa en la vida política y el desarrollo económico de este grupo de países. El interés de China no es el mercado centroamericano, ya que este no es tan atractivo como muchos otros, tampoco se trata de una cuestión extractiva, ya que los bienes y materias primas, China los consigue de otros países productores. El interés del gigante asiático está centrado en la posibilidad geopolítica que esta región ofrece, ya que es un paso corto y casi natural entre dos grandes océanos, lo que significaría conectarse a través de dos puntos y reducir distancias y tiempos en el traslado de mercancías. Pero esto no se detiene aquí.

El gigante asiático logra así una mayor cercanía con el estratégico Canal de Panamá en una región de ubicación valiosa para el proyecto ambicioso dirigido por Xi Jinping. Son países que, señalan los especialistas, podrían servir también a inversionistas chinos como plataforma para entrar al mercado estadounidense en tiempos de escalada comercial entre ambas potencias. (Murillo, 2018)

A pesar de lo anterior, no podemos desatender el hecho de que Estados Unidos continúa siendo el mayor socio comercial de la región centroamericana, por lo que, a pesar de la cada vez mayor participación china, el país asiático aún tiene un largo camino por recorrer para despojar a Estados Unidos de ese título. Esto no deja de ser un problema para el gigante americano, pues China cada vez se inmiscuye en áreas que han sido influidas desde hace décadas por Estados Unidos, esto sin mencionar el hecho de que los productos chinos podrían comenzar a inundar el mercado norteamericano al ser introducidos desde Centroamérica y no desde China.

Aunque Centroamérica ha buscado diversificar su comercio exterior, la concentración en Estados Unidos sigue siendo muy alta; el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, los Estados Unidos y la República Dominicana (DR-CAFTA) continúa siendo la base exportadora de la región. (Dussel, p. 16. 2017)

Se debe agregar que a pesar de que China tiene relaciones comerciales con Centroamérica en su totalidad, estas mismas en los últimos dos años se han acentuado e intensificado con Costa Rica, República Dominicana, Panamá y El Salvador, países en cuyos territorios se han comenzado mega proyectos de infraestructura, financiados por empresas concesionarias chinas.


La región centroamericana es atractiva para los países potencia por razones geopolíticas; es natural que China no ignore los beneficios de entablar buenas relaciones con estos países y pretenda influir sobre ellos para la obtención de tratados y concesiones a cambio de un beneficio económico y material.
Centroamérica, a su vez, si maneja correctamente sus agendas políticas, puede obtener muchos beneficios de la disputa comercial entre Estados Unidos y China; sin embargo, sobra mencionar que esto es una estrategia peligrosa, debido a las sanciones que Estados Unidos podría llegar a imponer en estos países.
Finalmente, no podemos ignorar el hecho de que China de ninguna forma actúa por filantropía. Este país persigue intereses muy claros, como ya lo hemos abordado. Por un lado, busca un posicionamiento geopolítico en Centroamérica y nuevas rutas comerciales desde las cuales introducir sus productos al mercado estadounidense, y por el otro, reta la influencia histórica de Estados Unidos en la zona.
La relación de dependencia comercial de América Central con Estados Unidos, su principal socio comercial, continúa vigente. La introducción de un nuevo actor podría ayudar a equilibrar esta balanza; no obstante, Centroamérica debe ser cautelosa en su forma de aproximarse al gigante asiático, pues a pesar de este intercambio, es un hecho que existe un déficit comercial por parte de Centroamérica, ya que importa mucho más de lo que exporta. Además, también es cierto que China importa productos centroamericanos originarios de un sector primario, es decir, recursos naturales, lo que de ninguna forma alienta a la tecnificación y profesionalización centroamericana, sino que perpetua el rezago tecnológico.

Bibliografía
Chávez, N. (2019). La China continental en Centroamérica. 15 de noviembre 2019, de CELAG Sitio web: https://www.celag.org/la-china-continental-en-centroamerica/
Ruíz, H. (s.f). China en Centroamérica. 15 de noviembre 2019, de OCEX Sitio web: https://www.uned.ac.cr/ocex/index.php/124-boletines-articulos/249-china-en-centroamerica
Murillo, A. (2018). La avanzada china en Centroamérica que incomoda a Washington. 15 de noviembre 2019, de El país Sitio web: https://elpais.com/internacional/2018/10/13/america/1539386435_896564.html
Dussel, E. (2018). Comercio e inversiones: La relación de Centroamérica y China. 15 de noviembre 2019, de CEPAL Sitio web: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/44200/1/S1801019_es.pdf
Urcuyo, C. (2014). Relaciones de China con Centroamérica: comprendiendo los intereses estratégicos y económicos de la región. 15 de noviembre 2019, de CIAPA Sitio web: https://incep.org/wp-content/uploads/2015/03/separata-reporte-11.pdf
Aguilera, G. (2006). De espaldas al dragón. Las relaciones de Centroamérica con Taiwán. 15 de noviembre 2019, de Nueva Sociedad Sitio web: https://nuso.org/articulo/de-espaldas-al-dragon-las-relaciones-de-centroamerica-con-taiwan/
Zimmer, F. (2019). ¿Qué países reconocen a Taiwán como país? 15 de noviembre 2019, de Quora Sitio web: https://es.quora.com/Qu%C3%A9-pa%C3%ADses-reconocen-a-Taiw%C3%A1n-como-pa%C3%ADs

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Sobre el autor

José Daniel Arias Torres

Estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana Puebla, escritor y ganador de diversos concursos literarios, invitado a eventos y encuentros artísticos con experiencia en el medio radiofónico y en el área de investigación de derechos humanos. Correo electrónico: danatjose@gmail.com

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