
El lector de poesía y éste que reseña esas huellas de lectura no son el mismo.
Comparten opiniones y discuten a menudo, pero son buenos amigos.
(Eduardo Zambrano)
Al finalizar este año 2020 debo reconocer (otra vez) que mis hábitos de lectura rebasaron al escritor de reseñas literarias. En parte por flojo, otras veces por incompetente, pues hay libros muy recomendables que luego uno no puede hilarlos en un comentario crítico y publicarse. En fin, que esta última columna del año, la dedico a esos otros textos que quedaron al margen de las “Huellas del lector”, pero que merecen, exigen, ser mencionados.
Comenzaré por el libro y primeros versos inéditos de Wislawa Zymborska: Canción negra (Nórdica Libros / 2020). De su poema “Busco palabras” este fragmento:
Quiero definirlos con una sola voz:
¿cómo eran?
Tomo palabras corrientes, robo en los diccionarios,
las mido, sopeso y examino:
Con ninguna
atino.
Las más valientes, siguen siendo miedosas,
las más despectivas, pecan aún de inocentes.
Las más despiadadas, en exceso indulgentes,
las más encarnizadas, poco irrespetuosas.
También este año me regalaron de cumpleaños toda la Poesía reunida de Wallace Stevens, incluyendo sus magistrales aforismos y sus últimas cavilaciones (Debolsillo / 2019).
Yo me pregunto: ¿habré vivido una vida de esqueleto,
como un descreído de la realidad,
un compatriota de todos los huesos del mundo?
De esa sensación de vacío le salva la creación, la función redentora de la poesía y la imagen, que da sentido al mundo y a la vida del poeta:
La imagen debe ser de la naturaleza de su creador.
Es la naturaleza de su creador acrecentado,
elevado. Es él de nuevo en una refrescada juventud.
Un libro monotemático y perseverante en descubrirnos el encanto de la naturaleza: Dicen las jacarandas, de Alberto Ruy Sánchez (Ediciones Era / 2019). En realidad, todo el libro me regresó de alguna forma u otra a la infancia; ahora comparto estos cuatro versos:
La jacaranda es distinta.
No parece tener prisa,
dicen que algo acumula
para luego sorprendernos.
Los y las poetas de Japón han sido ya desde hace tiempo parte del camino, por eso dejo sobre la mesa de este escrito dos libros: Muevo mi sombra de Osaki Hoosai (Hiperión / 2018),
Aunque lo sé vacío
vuelvo abrir el cajón.
Harto de mi soledad,
muevo mi sombra quieta.
Y de la poeta Kaneko Misuzu un poema “Extraño” de su libro El alma de las flores (Satori Ediciones 2019):
Es extraño que
las gotas de lluvia plateadas
caigan de las nubes negras.
Es extraño que
los gusanos de seda se vuelvan blancos
cuando comen las hojas verdes de la morera.
Es extraño que
las flores de luna se abran solas
sin que nadie las cuide.
Es extraño que
la gente a la que pregunto se ría y diga:
“Simplemente es así”.
La verdad es que la poesía lituana estaba prácticamente desaparecida en mi horizonte, entonces este libro me abrió no solo algo interesante, sino muchas veces asombroso y divertido: Versos en blanco y negro / Poesía lituana contemporánea (Círculo de Poesía Ediciones / 2019).
20 FRASES CON EXPLICACIONES /por Vytautas Stankus
2
–las puertas de mi casa siempre están abiertas.
esto significa: estoy muy solo
5
–creo que estaría bien trabajar un poco por la tarde.
esto significa: no voy a hacer nada en absoluto
12
–Tomas está en reanimación.
esto significa: está conectado, clavado con catéteres, con tubitos en las narices, con tubitos saliéndole de la tripa, esperemos que se recupere.
17
–esta vez todo va a ser distinto.
esto significa: esta vez todo va a ser igual
En la colección “Poesía en voz de mujer”, la editorial Planeta (2020) ofrece una antología de poetas árabes de la edad de oro, esto es desde un poco antes del nacimiento del Islam hasta el siglo XIII. En Gacelas de arena no sólo accedemos a una poesía muchas veces amorosa, sublime, también otras veces irónica o acorralada por el entorno. La documentación histórica de las poetas esclavas no deja aún de sorprenderme… pero sí, existió:
Con Hawa de Medina (Basora Siria, s.VII)… nos adentramos en el mundo de las “qiyan”, las esclavas cantoras, antes de que el mercadeo con este tipo de esclavas de lujo alcanzara su punto álgido durante el primer siglo abasi.
Transcribo ahora un poema de Ulaya Bint al-Mahdi, hija de una concubina del califa al Mahdi, claro. Al parecer, según la nota biográfica, no le fue tan mal en su vida; pero el poema que ahora transcribo apunta en otro sentido:
Quisiera gritar tu nombre, amor mío
Menciono el nombre de mi amado en mi fuero interno,
no ceso de repetirlo, una y otra vez en silencio.
¡Ay!, cómo quisiera estar en un ancho espacio, vacío,
donde pronunciar tu nombre, amor mío, a gritos.
[….]
Por injusto que sea, un poco de amor puro (sincero)
es mejor que un mucho de amor adulterado (injusto).
Ya de regreso a nuestros días y pasando de nuevo al género aforístico, destacar al español Ricardo Virtanen con su libro Bazar de esquirlas (Editorial Renacimiento / 2019).
Cuando queremos conocer el interior de una persona, en realidad no tenemos otra cosa mejor qué hacer.
Los solitarios saben los callejones del alma.
Tener la conciencia tranquila nos aproxima a lo que sería una existencia vegetal.
Amarse a sí mismo hasta la desesperación del otro.
¡Cuántos rostros tiene la muerte para lo inexpresiva que es!
Uno no aprende con la decepción. Acaso se dignifica.
Seamos quienes seamos el dolor nos vuelve otro.
De la servidumbre de la amistad resulta difícil librarse.
Aprender que el ocio resulta el ritmo natural de la vida.
Ignoramos hasta qué punto el pasado nos será fiel toda la vida.
Al menos la derrota nos deja de nuevo el camino despejado.
Hay visiones que engendran ceguera.
Gabriel Mwené Okoundji (El Congo 1962) es uno de esos escritores que ya no recuerdo cómo di con él, pero no importa, lo que vale en este recuento de lecturas es su antología poética publicada en Editorial Pre-Textos / 2019.
Comparto algunos versos, fragmentaria de su voz poética:
Toda la belleza del sueño reside en el elogio de un lugar
no alcanzado.
La existencia no necesita pruebas más allá de lo real,
El tiempo enseña al tiempo que el hombre, el animal y el árbol
comparten, por partes iguales, los mismos secretos, la misma
mortalidad.
[…]
Se necesita todo el silencio de las palabras
para decir tu nombre.
Quien no conoce el silencio del desierto
no sabe lo que es el silencio.
El viento del desierto en la cara
vuelve sabio al hombre.
… sus ojos conservan la loca pasión de los espejismos.
Finalmente, para saldar estas cuentas pendientes traigo la lectura de Rafael Courtoisie, poeta uruguayo contemporáneo y su Antología inventada (FCE / 2020). En este libro aparecen poemas de distintas épocas y culturas, pero a través de un lector (un ventrílocuo, por así decirlo) que ha decidido darles voz. Interesante no solamente por la apuesta misma que hace el escritor, sino por la forma de hacerlo. Además, nos descubre personajes (al menos para mí), desconocidos. Por ejemplo, Morihei Ueshiba, que como se notará en el texto, es en parte contemplativo hacia el interior y hacia la naturaleza. Pocos días después estaba comprando un libro de este personaje japonés que incluso desde su perfil de maestro en artes marciales, es capaz de plantear lo que él llama “El Arte de la Paz”, de hecho así se intitula su libro. Valga esta cita:
Viéndome ante él,
el enemigo ataca,
pero para entonces
ya estoy listo,
a salvo justo detrás de él.
Pero bueno, hay que regresar al poeta uruguayo Rafael Courtoisie, y ver qué nos dice en esta antología inventada, leamos:
A la orilla del río
Cada día que pasa vuelvo a mí
vengo de mí, de los seres
que pueblan el mundo: los árboles,
las piedras, el agua de los ríos,
las nubes predicen el futuro
y cuentan lo que fui, mi abuelo
y mi abuela regresan en la niebla
mi madre muerte acaricia
mis dedos en el barro del jardín
entre los crisantemos, mi padre
cabalga la brisa, esa yegua
transparente, el universo
nace cada día en mí.
(Morihei Ueshiba / Tanabe Hapón 1921)
Podría seguir extendiéndome en citas y subrayados de las lecturas de este año 2020, tan amenazante por la pandemia como provocador a encerrarse entre los libros, pero creo ya cumplí en parte mi cometido con esta reseña un tanto cuanto azarosa.
Ahora espero lleguen a casa los libros más recientes de la Nobel de Literatura Louise Glück; seguro las huellas del lector tomarán ese camino comenzando el 2021.
Felices fiestas, aunque quizá estarán algo acotadas por la pandemia, pero sigamos encontrándonos aquí, en esta página de Levadura.