Porque concebimos la cultura como expresión emancipadora de los procesos sociales, ‘Vuelo’ se identifica con quienes buscan contribuir a la transformación del ambiente que nos rodea, caracterizado por algo que se palpa y siente: la opresión intelectual, la opresión política y la opresión económica, cada una con sus secuelas violentas e inhumanas.
Académic@s de Monterrey 43
A partir de los trágicos acontecimientos donde tres estudiantes de la normal rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, fueron asesinados y 43 fueron víctimas de desaparición forzada, profesores e investigadores de diversos centros académicos de la ciudad de Monterrey decidieron trabajar en común para impulsar el debate y la crítica alrededor de la violencia en México y del ejercicio de los poderes estatales y paraestatales. Desde octubre de 2014 organizan diversos eventos y otros ejercicios de comunicación: conferencias, mesas redondas, performances, artículos de opinión y páginas en redes sociales. También buscan recuperar e impulsar la ciencia que está comprometida con la sociedad y el bien común.
COFIM
La Comunidad Filosófica Monterrey es una asociación civil que tiene por objeto hacer de la filosofía una actividad ciudadana que contribuya a enriquecer la vida cultural y social, posicionándola como una condición reconocida para el pensamiento, la crítica, la problematización, el reconocimiento y la búsqueda de soluciones de los problemas del mundo contemporáneo en los niveles local, nacional y global. Es una organización plural reconocida como un espacio consagrado al ejercicio, la divulgación y la defensa de la filosofía. Por ello, genera, promueve y difunde el pensamiento crítico en cualquier ámbito del saber. De igual manera, protege los intereses de los profesionistas que se dedican y viven de la filosofía.
La Raza Cómica
La Raza Cómica abre una persiana americana en formato revista para reflexionar en torno a los procesos de civilización y barbarie que han intentado despojar a Latinoamérica del lazo indisoluble entre cultura y política. Lo hace desde las cornisas de la ciudad letrada, utilizando el privilegio de la educación para cuestionar sus contornos; con el ímpetu antropofágico y experimental del tupi or not tupi, y sin miedo a ser acusada de andar agarrando pueblo; consciente de haber sido alimentada con las entrañas de un monstruo envasado, importado, engullido y escupido en el espacio público; y lo hace muchas veces enajenada en sus propias máscaras blancas, apuntada como la peor de todas, pero convencida de querer desalambrar fronteras y territorios para los de su clase. La Raza Cómica se pone la máscara andina para situar su discurso, para escribir en el aire con el dedo, para pensar en voz alta y construir luego siete, y mil ensayos sobre la realidad latinoamericana.