Como mujer me cuesta entender estas historias. Como ser humano me afectan y conmueven. Como escritora es importante para mí hablar de las mujeres que se enfrentan con la violencia familiar o de género día con día.
En estos años se oye hablar mucho sobre el feminismo, sus definiciones, objetivos, la violencia y el machismo, pero muchas veces son discusiones de café o confrontaciones de argumentos a nivel conceptual. Pero cuando le rascamos a la realidad nos enfrentamos con situaciones crudas y complejas. Por eso te pido, que al entrar en estas narraciones que haré, te olvides de todos los prejuicios, pues lo esencial es la violencia que sufren las personas, el dolor y la desesperanza que llenan vidas enteras.
Lo que busco al contar estas historias es presentar otra realidad de estos ataques que suceden, en este caso a mujeres de nuestro país, en nuestro estado, en nuestra ciudad, Monterrey. Estas historias no son de personas lejanas, sino de nuestras vecinas, amigas, compañeras de trabajo o familiares. Cada mes iré deshilando una a una la madeja de historias que se anudan frente a nuestros propios ojos y muchas veces no sabemos ver, situaciones de diferentes mujeres que enfrentan el flagelo de la violencia.
Pero así como hay mujeres que padecen la violencia, hay mujeres que la confrontan para ayudar a las otras. Mujeres valientes que luchan y se organizan para proteger los derechos humanos. Estas heroínas tienen la misión de prevenir y desactivar la violencia familiar y contra las mujeres. Son abogadas, médicas, psicólogas y sociólogas quienes dan acompañamiento tanto legal como emocional a las víctimas. Todas ellas son parte de Alternativas Pacíficas A.C., la cual tiene como misión dar una opción a las mujeres violentadas, para apoyar que cada mujer descubra su potencial, su fuerza, y para que aprenda a elegir; para promover el apoyo en el cambio social; para aprender a actuar sin violencia o temor. En otras palabras, por una vida sin violencia como fin último.
Alternativas Pacíficas protege a las mujeres que sufren violencia familiar y violencia de género, con sus hijos e hijas. Cuentan con un centro externo y dos refugios. Uno de ellos no está operando por el momento por cuestión de zona de riesgo, otro tiene capacidad para diecisiete familias.
Rosario Pacheco Leal, trabajadora social de la asociación civil, explica el proceso. “Si el riesgo no es muy alto; o sea, si no está amenazada a muerte y tiene una red sólida como son la familia, amistades o alguien que la pueda ayudar y dice: ‘no quiero entrar a refugio, yo quiero recibir atención aquí’, aquí (centro externo) recibe atención psicológica, legal y social. La diferencia de otras instancias de gobierno con esta asociación civil en la cuestión legal es que no sólo se le va a dar una asesoría y una plática informativa; no sólo se le va a decir cuáles son las opciones; y no sólo se le ayudará a levantar una denuncia o empezar un proceso por una pensión alimenticia. Sino que la abogada va a ser su representante legal desde el inicio del proceso hasta el final. La atención legal la recomendamos siempre que la lleve paralelamente con la atención psicológica. Para que esté fuerte y pueda llevar a cabo este proceso legal que son procesos tardados y difíciles; y bueno, si la persona o señora sufre de violencia de alto riesgo y ésta ve amenazada su vida y la de los pequeños, y decide ingresar a refugio igual recibe la misma atención y atención médica. Todo es gratuito, es voluntario y siempre hay alguien que pueda atenderlas en no más de 15 minutos”.
Alternativas Pacíficas se creó en mayo de 1996 y es una puerta de esperanza para mejorar la realidad de muchas familias afectadas.
Estos hechos de violencia son las consecuencias de un sistema cultural al que de alguna manera contribuimos. Todos somos víctimas de violencia estructural, de los roles culturales, del tipo de educación que se nos ha impuesto. El derecho a la responsabilidad, la paz y a la libertad es de todos. Acompáñanos en estas historias. Hablemos del tema. Iniciemos el cambio.
Kai,
Me encanto encanto que te atrevieras a hablar de este tema abordandolo desde una perspectiva directa ante nuestro medio y entorno. La violencia contra la mujer no es solamente en los casos “drasticos” y “violentos” si no desde desde nuestro sistema cultural, social y politico que llevamos cargando desde hace cientls de años. Estoy totalmente convencida que es algo que hay que hablar y trabajar “hombro a hombro” entre toda la humanidad. Que increible que existen asociaciones como la que nos compartes y ojala no podamos apoyar solo en asociaciones sino en el dia a dia. Me gustaria que sigas publicando en este tema pero ahora enfocandote mas en el dia a dia en los hechos comunes y corrientes..
Gracias por ser tan valiente!!