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“Cinco años trabajando como psicóloga en violencia familiar y de género” me comenta Blanca Estela González al iniciar la entrevista. Blanca es una mujer que busca la armonía en la vida familiar al escuchar las voces de aquellos que acuden por su ayuda en Alternativas Pacíficas. “Cuando una madre sufre violencia de género, los hijos también son afectados” nos sigue diciendo. Blanca es quien trata a niños y adolescentes que han sido afectados por la violencia contra las madres. Blanca se enfoca en erradicar la violencia y evitar que los hijos repitan aquellos patrones con los que han crecido y muchas veces llegan a ver “normal”, pues no dimensionan el riesgo de lo que pasa en la casa.
En Alternativas Pacíficas se les crea un plan de vida, apoyo y seguridad para esperar un mejor futuro, pues a veces los niños ya han estado tan inmersos en la dinámica de violencia entre los papas que actúan como defensores de la mamá. Hay casos de niños que desde los cuatro años de edad han sido los “protectores de la madre”, acudiendo ellos mismos a la violencia.
Hay cinco tipos de violencia de género; física, psicológica, patrimonial, sexual y económica. Blanca nos cuenta que la mejor estrategia es basarse en ejercicios y en personajes que los niños y/o adolescentes conozcan. La película “Intensamente” (2015) de los Estudios Disney es una de las más frecuentemente usadas para tratar las emociones de los niños, intentando meterse a su mundo con el tipo de música y películas que les gustan, Blanca las toma como referencia para exponer temas de violencia, dependiendo de la edad de los niños.
Pero también hay casos en donde la violencia se ejerce directamente contra los niños. Este es el caso de una niña que fue dada de alta el pasado mes de agosto. La pequeña de tres años llegó por medio de una psicóloga referida y con un diagnóstico de abuso sexual por parte de su padre. Al principio el padre disfrazaba el abuso como un juego inofensivo de caricias. Quien se da cuenta del abuso es la maestra de la niña al hacer una actividad con muñecos y la niña le hacía “cosquillas” a la muñeca en su parte genital. La maestra le comentó a la mamá, quien no tenía idea. La madre se separó del padre y puso una demanda. La madre e hija entraron primero a Alternativas Pacíficas a atención externa, pero como escaló el caso acabaron yendo a refugio por una amenaza contra la niña por parte del padre. Acabando el proceso legal, volvieron a atención externa en donde la niña concluyó su terapia contra el abuso. Se trabajó mucho para que la menor recuperara su autoestima, seguridad, y la confianza para relacionarse con los demás. Hoy en día la niña se desenvuelve muy bien socialmente y se ha vuelto a reintegrar a una vida normal.
La misión de Blanca y de Alternativas Pacíficas es lograr que los niños y adolescentes puedan volver a la vida con las herramientas necesarias para salir en confianza sabiendo cual es la manera más sana de vivir en familia; que los niños alcancen a ponerle el límite a los papás, tratando de no replicar los mismos patrones y romper el eslabón en la cadena en la educación familiar con violencia. Lo que hace a Blanca seguir siendo parte de esta liberación es la satisfacción de ver la evolución en los niños y el desarrollo de su felicidad.
Gracias a Blanca Estela Gonzalez Hernandez, Psicóloga de Alternativas Pacíficas, por compartirnos un poco de su historia.
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