Obsesión de las torres.
En los inicios firmes, sólidas, bien equilibradas y casi agarradas al piso.
Después quieren tomar vida animal o vegetal, adquiriendo carácter de personajes abstractos. Colmadas de influencia plástica, exigen ahora elevarse o ser sostenidas por extremidades que apenas tocan el suelo; dotadas de atributos de simbólicas defensas y potencias.
Cálamo es pluma, planta alucinada, caña, flor, falo, torre, es Whitman; con la que se escribe usando una torre hermética repetida en infinitas variaciones.
Alberto Vargas
La exposición Torres en cálamo del escultor Alberto Vargas, fue inaugurada en abril de 2018 y se exhibe en el Patio de Esculturas de la Pinacoteca del Estado del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León, donde permanecerá hasta octubre próximo. La muestra, cuya curaduría fue realizada por el crítico de arte Guillermo Sepúlveda, consta de 35 obras en varios formatos, elaboradas en un período de 30 años con distintos materiales como acero inoxidable, piedra de ojo de tigre, mármol, tinta al óleo, alabastro, piedra de rubí y plata de ley.
Texto de Guillermo Sepúlveda, curador de Torres en cálamo, leído durante la inauguración de la muestra, el pasado 25 de abril.
Alberto Vargas Aguirre, arquitecto y escultor regiomontano, viene a engrosar las filas de distinguidos escultores mexicanos, particularmente en la ciudad de Monterrey, de donde es originario. Esta muestra Torres en cálamo, es una panorámica de más de 25 años como un reconocimiento de la Pinacoteca de Nuevo León a su infatigable quehacer y sus múltiples logros y distinciones.
La selección de obras intenta que el público contemple su búsqueda y evolución, donde las constantes han sido la monumentalidad de sus diseños, la elegancia de sus formas, la síntesis y la pureza perfecta en sus acabados, que exigen un rigor y conocimientos de la materia (metales diversos y mármoles), para lograr la excelencia.
La verticalidad de sus diseños responde a símbolos y arquetipos cuya representación en el tiempo ha sido reseñada y singularizada por grandes creadores. Desde la columna como símbolo fálico sagrado de fuerza, energía, potencia, ascenso, erección; las hermanas griegas o fustes gemelos que insinúan bustos sobre estípites ejecutadas con nitidez, equilibrio de volúmenes y limpidez de sus filos, algunas obras nos remiten a urnas funerarias, sin embargo, la mayoría posee en la parte superior, a manera de pequeños templos, puertas simuladas u orificios que solo podrían ser habitados por el alma.
Vargas evoca y añora los legados del pasado (griego, romano, precolombino y otros), y de alguna manera materializa estos encuentros de dos mundos, haciéndolos brillar con el pulimento de los metales y el preciosismo de sus acabados.
En sus últimas obras podemos observar un movimiento inusual, además de un intento de desprendimiento del cuerpo de las obras del suelo. Diferentes soportes ligeros cargan como “extremidades” el peso o cuerpo de la obra, logrando la sensación de levedad, flotación, desprendimiento y ascenso; como si quisieran desterrarse y alcanzar la elevación. Elementos curvilíneos de apariencia orgánica, tallos, germinaciones, ritmos que también empatan con lo musical, y rematando algunas en piedras semipreciosas, etcétera.
Vargas es un amante y conocedor de las plantas, paisajista con experiencia en Inglaterra. Su visión del espacio y la creación de sus obras empata de forma singular con los conceptos del laureado premio Pritzker Luis Barragán, un balance y equilibrio total, entre el terreno, la obra (arquitectura o escultura) y el jardín. Solo así, estos tres elementos se conjugan entre sí logrando la intemporalidad y la trascendencia.
Mi reconocimiento y agradecimiento al CONARTE, a la Pinacoteca de Nuevo León, y a la infatigable y ejemplar labor realizada por su directora, la Sra. Elvira Lozano de Todd, y a su equipo de trabajo el reconocimiento y apoyo al dar a conocer y distinguir a nuestros artistas.
Sobre el artista
Alberto Vargas (Monterrey, Nuevo León, México, 1958). Estudió Arquitectura en la Universidad de Texas en Austin, Estados Unidos, formalizando esta disciplina a través de experiencias directas como la arquitectura vernácula norestense y con artistas plásticos mexicanos. En 1988 obtuvo la licenciatura en Bellas Artes en la universidad norteamericana antes citada. De manera individual ha expuesto su obra en la galería Arte Actual Mexicano, el museo MARCO y en la Pinacoteca de Nuevo León y en el Centro de las Artes en el Parque Fundidora de Monterrey; y en la Galería de Arte Mexicano de la Ciudad de México, así como en el extranjero en la Feria Internacional Art Chicago, Estados Unidos, en 2003. De forma colectiva ha exhibido su obra en galerías, museos e instituciones de la capital nuevoleonesa, como el Museo de Monterrey, el Museo del Centenario, el Museo Metropolitano de Monterrey y el Centro Cultural Alfa; en el resto del país, en la Ciudad de México; Mérida, Yucatán; y Guadalajara, Jalisco; y fuera de México, en Estados Unidos, Francia y España.
Ha participado en bienales y ferias internacionales de arte, como la IV y V Bienal FEMSA en Monterrey, Nuevo León; Expoarte, VI Feria Internacional de Arte Contemporáneo y I Bienal de Escultura 2008, en Guadalajara, Jalisco; así como en algunas ediciones de ARCO Madrid, España; Art Miami, en Estados Unidos; además de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo-FIAC, en París, Francia. Vargas cuenta con esculturas públicas en museos y universidades de Monterrey, Nuevo León, y en Los Ángeles, California, Estados Unidos. Su obra forma parte de importantes colecciones particulares, de empresas e instituciones, como el Acervo de la Pinacoteca de Nuevo León de Conarte.
Imágenes de Roberto Ortíz Giacomán.