
Imagen: http://crisisdepapel.blogspot.com.
Hay que buscar entre los restos
lo que ha sobrevivido.
Joan Margarit.
Poeta y arquitecto catalán del 38, esto quiere decir que pisa ya los ochenta años. Lo conocí en el 2011 y para el 2015 encontré un libro que recopilaba gran parte de su obra.
Ahora llega este poemario, un gesto de despedida, una especie de toma de conciencia que quiere decirnos: hasta aquí, no más, “Ningún otro inicio” como bien intitula el último texto del conjunto.
Todo escritor sabe que construir una obra con recuerdos no es fácil. Trascender el asunto personal e intimar con las disímiles vicisitudes del lector, es cuestión de maestros y oficio; Margarit lo logra con un estilo sencillo, compacto, sin rodeos, aforístico incluso en el momento de señalarnos:
Hoy sobre las palabras
se va posando ya la soledad.
………….
El apego a la vida se acaba mucho antes
de lo que suelen suponer los jóvenes.
………….
La guerra ha terminado pero la paz no llega.
…………….
De cada edad se guarda alguna cosa
que no se ha comprendido.
Sacar estos versos de su contexto es una forma de darle al lector gusto, pero también hay que ser respetuosos respecto a los recuerdos del poeta.
Si me piden dos o tres líneas temáticas del libro, hay que decirlo claro:
- El amor que al final de cuentas nos hace libres… cito algunos versos de este poema llamado “Termópilas”:
Hace dos mil quinientos años.
Defendiendo un desfiladero
murieron por la libertad.
No hay otro mito más conmovedor.
…
Tú y yo somos el triunfo de ese mito:
El joven y la joven que murieron
para que los dos viejos pudiéramos ser libres.
- La maternidad de la lengua catalana y la represión franquista golpeando aún la memoria, ahí donde más duele: “Siglo de oro”:
Una literatura que me lleva de nuevo
al franquismo: a aquellos aburridos
poemas pastoriles, la vanidad, la ira.
Al valor de un sarcasmo,
una ferocidad con frecuencia eclesiástica.
…
Y fue la maldición
de una literatura utilizada
para robarme a golpes de desprecio la infancia.
Los clásicos, de pronto, callan.
…
El poema continúa y es conmovedor, tristísimo, pues el poeta catalán se ve obligado a reconocer y asociar la gran literatura del Siglo de Oro español, a la represión brutal (incluso en las aulas) de un dictador.
- El saberse viejo, el tomar distancia con otras generaciones, el encerrarse consigo mismo y los achaques propios de la edad. De este eje temático me sorprende su valor para decirlo sin tapujos:
Unos jóvenes pasan
con los tejanos (jeans) rotos, mostrando la rodilla.
También los llevan hombres y mujeres
que dejaron atrás su juventud.
Es la moda y se expone en los escaparates.
Pertenezco a otro tiempo
en el que esta harapienta elegancia
hubiera sido infame. Como escupir a un pobre.
Es un nuevo camino. Hacia otra miseria.
Escrito en catalán y en castellano por el mismo Joan Margarit.
Poco más de cuarenta poemas y un epílogo donde el autor destaca su pasión y querencia por la poesía.
No tengo nada más que agregar, si acaso transcribir algunas de esas pinceladas aforísticas (versos) que mencionaba líneas arriba:
Se pagan caros los intentos
de destruir el dolor, porque también
está el amor ahí.
………….
La indignidad de exagerar recuerdos.
………..
Nos aterrorizaba que el destino viniera
y no supiéramos reconocerlo.
………………
… Ya no puedo jugar
como cuando era un niño, con el miedo.
…………….
Llega el olvido tranquilizador.
Y vuelve, siempre vuelve, la alegría.
Un asombroso invierno, de Joan Margarit. Colección Visor de poesía, 2018.
*Imagen de portada: Ferran Nadeu, en https://poesiaparavivir.wordpress.com.