
Que nunca es suficiente.
Siempre habrá chicas más tetonas que yo,
más delgadas que yo,
más respingadas,
más fresas,
más full HD;
más blancas, más prietas,
más listas,
más amantes, más amigas,
más profesionales,
más escritoras,
más hermanas,
más hijas,
más de risas, de drama, de asco, de noche,
más silencio, más oreja, más lengua, más puño.
Que nunca paran las contradicciones,
que es una mierda, es una ironía:
quiérete como eres, who cares,
y hay ciento un portadas con el cuerpo imposible.
Vístete como quieras, who cares,
y hay una nueva talla doble cero.
Que cada vez hay más modelos frustradas en las fotos de perfil
que en Vogue y Cosmopolitan.
Cuerpos de arrendamiento,
entrenados perfectos,
rentados perfectos,
y siempre habrá mujeres más brujas, más mágicas, más increíbles que yo.
Que no te preocupes, ve con el terapeuta que cose muy bien el autoestima.
Puedes voltearte y ver el setenta por ciento de la población inflándose,
sobrepesándose, sobreobesos, sobrexistiendo, sobrecomiendo, sobrecagando.
Que nunca es suficiente.
La del espejo lo sabe;
la de la revista lo sabe;
tu mejor amiga lo sabe.
Y en general qué me hace diferente.
Se satura el mundo de perfiles perfectos,
bang.
Hoy nació otro cirujano plástico,
bang.
Mañana nacerá otra Kardashian,
bang.
Que nunca es bastante.
Pasado mañana… la humanidad estará bien juntita
en una bola de masa sin apellidos o números del seguro social,
sólo será el chasquido de las pieles,
juntándose en un solo hueso,
con la única diferencia de las placas dentales.
Bang.
Wonderful