redaccion@revistalevadura.mx
FacebookTwitterYouTube
LevaduraLevadura
Levadura
Revista de crítica cultural
  • Inicio
    • Editorial
    • Directorio
    • Colaboraciones
  • Cultura
    • Ensayo
    • Artículos
    • Entrevistas
    • Cine
    • Música
    • Teatro y Artes Vivas
    • Arte
    • Televisión
  • Política
  • Creaciones
    • Narrativa
    • Poesía
    • Dramaturgia
    • Reseñas
    • Del lector
  • Columnas
  • Levadura Tv
  • Suplementos
    • Derechos Humanos
    • Memoria
    • Ecología
    • Feminismos
    • Mariposario
    • Fotogalerías
    • Colectivos
Menu back  

La cartógrafa de Bloomsbury. Código Postal SN8 3QZ Ham Spray House, Wilshire

septiembre 19, 20194 ComentariosArtículos, Portada CulturaBy Ingrid Hernández
Imagen de Colin Smith/Ham Spray House/CC BY-SA 2.0 en https://commons.wikimedia.org.

Bloomsbury y su proceso creativo continuaba extendiéndose fuera de Londres.
El paisaje oscilaba entre praderas y acantilados sin perder la alegría de los bosquejos y los pinceles, la correspondencia y las tertulias que habían nacido en 46 Gordon Sq.

Ham Spray House, rodeada de campo y ubicada a casi setenta y dos millas de Londres en el condado de Wilshire[1] albergaba vidas apasionantes, apasionadas y trágicas. El amor sin ataduras y en triángulos, característico del grupo, se fincó en esta casa que carecía de electricidad y drenajes. La pintora, paisajista y retratista Dora Carrington estaba enamorada de Lytton Strachey, el escritor británico que reinventó el género de la biografía y que a su vez amaba a Ralph Partridge, un ex oficial del ejército y que trabajó con Leonard Woolf en Hogarth Press. Ralph se casó con Carrington para dar estabilidad a esta relación triangular.

albergaba vidas apasionantes, apasionadas y trágicas. El amor sin ataduras y en triángulos, característico del grupo, se fincó en esta casa que carecía de electricidad y drenajes. La pintora, paisajista y retratista Dora Carrington estaba enamorada de Lytton Strachey, el escritor británico que reinventó el género de la biografía y que a su vez amaba a Ralph Partridge, un ex oficial del ejército y que trabajó con Leonard Woolf en Hogarth Press. Ralph se casó con Carrington para dar estabilidad a esta relación triangular.

Carrington, durante una visita a Wilshire, descubrió esta casa de campo inglesa, misma que necesitaba una restauración considerable. En 1924 Lytton compró la propiedad la cual escrituró a nombre de Ralph por ser más joven que él. Paso a paso Dora, y de vez en vez, Vanessa Bell y Duncan Grant, fueron transformándola en un espacio con el toque de Bloomsbury. La casa se convertía en un espacio artístico en donde el principal propósito de Dora era la tranquilidad de Lytton. Tras su aversión al frío, se instaló calefacción central y una chimenea en la sala principal. Había un ático que se convertiría en el estudio de Carrington y en la parte de arriba, Lytton tenía su estudio en donde pasaba largas horas leyendo y escribiendo. En este estudió completó Elizabeth and Essex, la biografía de Isabel I, reina de Inglaterra, publicada en 1928. El estilo literario de Lytton se distinguió por adoptar una actitud irreverente al pasado y en tono sarcástico en especial hacia la época victoriana: lo convencional vs. el pensamiento crítico y abierto, distintivo del grupo de Bloomsbury.

Carrington sabía perderse en la pintura, aunque dividía su tiempo entre las labores domésticas, el cuidado de Lytton ―cuya salud era débil, y su trabajo artístico―. Pintaba copas de vidrio, azulejos, paredes de las casas de sus amigos. También hacía grabados para Hogarth Press. Era una artista prolífica y talentosa. Ham Spray House y su transformación física y estructural apuntaba a conservar la estabilidad emocional y artística de sus residentes.

Fungían también como anfitriones de veladas y tertulias. Debajo de una veranda se departía a la hora del té. El espíritu de la convivencia, el debate y la conversación durante este espacio marcaba el delirio y el entusiasmo de poder construir un mundo lejos de lo convencional.

Virginia Woolf tenía una relación muy cercana con Lytton. La correspondencia entre ambos fue constante e ininterrumpida hasta la muerte de Lytton en 1932.

Entre los cientos de cartas compartidas, Strachey escribía que vendería su alma al diablo por un poco de buena conversación, a lo cual Woolf le respondía: “me gustaría que fuéramos diez años más jóvenes o veinte más viejos y pudiésemos contentarnos con nuestro brandy y cultivar los sentidos”. Sin duda las cartas entre ambos eran un remedio contra el tedio y la lluvia.

Y entre ciclones y vientos la vida en Ham Spray House se vio conmocionada. Lytton muere de un cáncer de estómago. Dora no soportó la ausencia de su amor eterno y se suicidó de un balazo el 11 de marzo de 1932. Virginia, aunque en el pasado consideraba a Dora a veces una mala y otras una buena influencia para Lytton, la visitó en Ham Spray House justo el día anterior de que se suicidara. Ese día, Dora le regaló una pequeña caja que había pertenecido a Lytton.

Carrington profesó a Strachey una lealtad infinita aunada al compañerismo que los unió hasta el final de sus días. La restauración de una casa significó la construcción de una relación que sin duda fue más allá de un pincel y una pluma.

El 10 de diciembre de 1931 Virginia dirigió una carta a su amigo Lytton, carta que probablemente él, a punto de morir, nunca llegó a leer: “Cuando estés en Gordon Square con los tulipanes y los pantalones de franela blanca, por favor, ven a ver a tu vieja amiga que te quiere”.

Ham Spray House albergó vidas apasionantes, apasionadas, trágicas y fascinantes. El amor incondicional y la exaltación de la belleza a través del arte despejaron sombras posibles. La imposibilidad sólo quedó en el vacío de la vida avasallado por la ausencia.

Seguir reconfigurando cada casa y cada plaza en donde se respiró la cadencia de Bloomsbury es labor de la cartógrafa de Bloomsbury.

*Como dato informativo: existen tres cortometrajes de 16mm filmados en Ham Spray y sus alrededores con algunos integrantes del grupo de Bloomsbury. Fueron preservados por el National Film & Television Archive para “Carrington: the Exhibition,” en la Galería de arte de Barbican, 1995.

[1]Wilshire está situado en una región de tierras altas con colinas. Su economía se basa en la agricultura y ganadería. Tiene también industria de alfombras y textiles. En este condado se encuentran los famosos restos arqueológicos de Stonehenge, monumento neolítico.

(Visited 1 times, 1 visits today)
Dora CarringtonHam Spray HouseIngrid HernándezLytton StracheyVirginia WoolfWilshire
Compartir este artículo:
FacebookTwitterGoogle+
Sobre el autor

Ingrid Hernández

Doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM y la Universidad de Londres. Trabajo organizando las áreas de comunicación y la radio de la Escuela de Humanidades y Educación del Tecnológico de Monterrey. Relato y cartografío mis viajes en libretas. Amante del grupo de Bloomsbury, de Virginia Woolf y de caminar Londres incesantemente. Novela en camino.

POST RELACIONADOS
El marine o de la frontera como herida
febrero 5, 2021
De públicos, consumidores y cómo sobrevivir en la esfera digital
febrero 5, 2021
La experiencia lectora
diciembre 19, 2020
Las cartas con Virginia
diciembre 19, 2020
De cómo el mundo se ha dado vuelta y yo sin darme cuenta
diciembre 19, 2020
Concha Michel, la inquietud y la diversidad
diciembre 19, 2020
4 Comentarios
  1. Responder
    octubre 1, 2019 at 1:01 pm
    Javier

    Escuché a Ingrid hablar sobre ficción y el tema de Bloomsbury en una clase de Escritura Creativa. Fue muy alentador y para mi, revelador. Leer sus artículos aquí me lleva a querer saber más de cada una de las casas de estos personajes. Y por supuesto, de su caminar por Londres.

  2. Responder
    septiembre 30, 2019 at 5:04 pm
    Teresa

    Los pasos de la Cartógrafa son muy atinados: su visión del caminar aunado a la narrativa despierta el apego del lector. Veremos por dónde más camina Ingrid. Felicidades.

  3. Responder
    septiembre 22, 2019 at 4:09 pm
    Leticia Flores

    Muy interesante. La vida y la muerte unió a estas talentosas personas.

  4. Responder
    septiembre 20, 2019 at 10:57 am
    Manuel

    Muy interesante y triste a la vez. Interesante porque la reconstrucción de la casa de campo los une más. Triste porque empiezan a desaparecer algunos de ellos. Gracias por dejarnos ver con tan buena prosa esta cartografía.

Leave Comentario

Cancelar respuesta

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

clear formSubmit

Buscador
Entre números
  • LEVADURA se va
    enero 11, 2021
  • ¡Se va a caer/ se va a caer/ arriba el feminismo que va a vencer/ que va a vencer!
    diciembre 30, 2020
  • Maradona, en el alma del pueblo su eterna despedida
    noviembre 25, 2020
  • El “Apruebo” chileno desde los algoritmos de las redes sociales
    octubre 26, 2020
Entrevistas
  • Entrevista a Guillermo Fadanelli
    mayo 19, 2020
  • Ópera prima de David Zonana
    mayo 19, 2020
  • Narrativargenta: Los modos de leer como posicionamientos. Que dure la desmesura
    marzo 19, 2020
ARCHIVOS LEVADURA
Comentarios recientes
  • «El emisario: una cartografía de lectura» de Coral Aguirre, en la Revista Levadura, septiembre 2017 | Alejandro Vázquez Ortiz en El emisario o la lección de los animales de Alejandro Vázquez Ortiz. Cartografía de una lectura
  • Iscomos en El cuerpo de Santa en la novela de Gamboa
  • Mike en Etapas del hip hop en Monterrey
  • Gustavo Miguel Rodríguez en Abelardo y Eloísa 
  • Meda en Amen break o el loop de batería más importante (y otros loops cotidianos)

Subscríbete a nuestra lista de correo

Revista Cultural Independiente
redaccion@revistalevadura.mx
© 2017. Revista Levadura.
Todos los derechos reservados.
Quiénes somos
EDITORIAL
DIRECTORIO
COLABORACIONES
Síguenos

Find us on:

FacebookTwitterGoogle+YouTube

 Dream-Theme — truly premium WordPress themes
Footer

Levadura