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El cine es un arte colaborativo. Entrevista a Edgar Nito

febrero 19, 2020Deja un comentarioArtículos, CineBy José Pablo Acevedo
Foto: Milenio

Edgar Nito es director de cine egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica de donde se graduó con la tesis “Masacre en San José”, cortometraje inspirado en la historia de Don Alejo Garza y su enfrentamiento contra el narcotráfico. “Huachicolero”, ópera prima del realizador guanajuatense, continúa por la línea de un drama social basado en acontecimientos de la vida misma, en este caso de la extracción del huachicol, para hablar del lado oscuro que se vive en México. Ambos trabajos se presentaron en distintas ediciones del Festival Internacional de Cine de Monterrey, siendo la XV edición en el 2019, donde “Huachicolero” se llevó el premio a la Mención Especial del Jurado, sumándose a los galardones obtenido en los Festivales de Tribeca, Mórbido y otros más.

En la presente entrevista, Nito comparte sus influencias, cómo comenzó su acercamiento al cine y sus procesos de trabajo con distintos colaboradores.

¿Desde qué edad comenzó tu acercamiento al cine?

Por ahí de la prepa fue que empecé a jugar con las camaritas que tenían los amigos, a grabar cosas y experimentar con los programas de edición. Después, cuando yo estudiaba Comunicación en Salamanca, en el Instituto de las Artes en el Estado de Guanajuato, empecé a tomar cursos de cine del Centro de Capacitación Cinematográfica. Entonces todos los fines de semana estaba ahí y estaba como preparándome para hacer el examen de admisión del CCC. Dejé la carrera de Comunicación y luego ya me fui de lleno [al CCC].

¿Qué películas te han inspirado o han influenciado el cine que tú haces?

Hay muchas películas y directores de cine que admiro; en diferentes etapas admiro a distintos. Me gusta el cine de Martin Scorsese, Kubrick, de Palma, Tarantino. Más contemporáneos me gusta Yorgos Lanthimos, Pablo Larraín, Denis Villeneuve.

¿Cómo se creó el mundo visual de “Huachicolero”? ¿Cuál fue la dinámica de trabajo junto a tu director de fotografía Juan Pablo Ramírez?

Juan Pablo es mi camarada, mi amigo, mi cómplice. Tenemos una relación de mucha amistad. Lo conocí cuando empezamos a cursar la carrera: él es de mi generación del CCC. Vivíamos en el mismo departamento con otros camaradas y fue entonces que empezamos a hacer cosas juntos. Mi primer corto, “Y volveré…”, lo fotografió él, y ahí empezamos a hablar de lenguaje e inspiraciones. Las de él eran muy distintas a las mías, pero poco a poco se han ido mezclando. Yo con Juan Pablo trabajo muy chido porque lo admiro mucho y siento que él es una persona muy talentosa y siempre está retroalimentándose y teniendo ideas nuevas. Es un fotógrafo que no nada más ve por la luz, sino que le interesa mucho el guion y cómo ese guion se va a traducir en imagen, entonces es un colaborador que opina. Los dos trabajamos todo juntos, desde el shooting hasta que ya estamos trabajando ahí [en locación]. Por lo menos en “Huachicolero” ya sabíamos muy bien lo que necesitaba cada cosa que íbamos a hacer ahí.  

Tu filmografía se balancea principalmente entre los géneros del western y el horror, ¿qué encuentras particularmente en estos géneros que te atrae para desarrollar tus historias dentro de estos tropos?

En general las películas que me gustan son de temas que hablan del lado oscuro de la gente y estos géneros lo abarcan muy bien. El miedo en particular es algo que está en todos los seres humanos y es parte de nuestro día a día. Cuando me siento a escribir es lo que me sale; este lado que raya un poco en la maldad y se complementa con el luminoso, que es algo que otras personas hacen.

Normalmente Alfredo Mendoza aparece como co-guionista de tus trabajos. ¿Cómo funciona esta colaboración en el proceso de escritura de guion?

He escrito casi todo con él. A Alfredo lo conocí en mi primer cortometraje también. Él estudiaba la carrera de guion una generación arriba de mí en la misma escuela. Me lo presentaron y desde el primer momento hicimos click. Es una persona muy amena, muy divertida y que tiene muchas más bases que yo en cosas que a veces se me van de las manos como la estructura de guion. Yo siento que el cine es un arte colaborativo y que la onda de un director es estar junto a gente que tiene más expertise que tú en diferentes áreas. En este caso Alfredo Mendoza tiene gustos similares a los míos, tiene también gustos muy amplios y trabajar con él es una cosa muy divertida, es muy enriquecedora la colaboración con él. Siempre le he preguntado que si cuando ve la película es lo que se imaginaba al escribirlo, y siempre dice: “no, pues es que yo dejo ir el guion y ya, se vuelve la película en sí, lo que es”. Está padre porque se sorprende al ver la obra ya realizada.

El ambiente y el diseño sonoro también son piezas fundamentales en tus proyectos. ¿Esto lo concibes desde la escritura o es un trabajo que empieza hasta la post?

Pues todas y cada una de las partes de una película son importantes y hay que tenerles el mismo interés, la misma paciencia, el mismo tiempo. En el caso del diseño sonoro lo disfruto mucho. He trabajado con diferentes diseñadores sonoros, pero en el caso de “Huachicolero” trabajé con Omar Juárez, con quien ya había trabajado anteriormente en mi tesis “Masacre en San José”. De inicio propone muchas cosas él solo, cuando lo veo casi nunca me decepciono y luego empezamos a construir juntos. A mí me gusta el diseño sonoro fuerte, impactante; nosotros de broma le decimos “atascado”. No siempre tiene la oportunidad de hacerlo en las películas donde él trabaja entonces de inicio buscamos eso y exploramos siempre ese lado, nos gusta ir hacia allá para lograr que los momentos que tienen que impactar, lo logren. En el caso de la música también a veces escojo mi soundtrack desde que estoy escribiendo el guion; hay canciones que me inspiran mucho y que quiero ver en la película y entonces lucho por ellas hasta el final. También algunos ambientes y silencios, momentos de tensión, muchos sí se exploran en la post, pero algunos se van formando en la escritura y hasta en el rodaje.

Fuera del trecho de festivales y distribución por recorrer con tu ópera prima, ¿hay algún otro proyecto en puerta para ti?

Seguimos necios, queriendo que esta película se vea en todos lados. Yo veo el hacer una ópera prima como pagar el ticket para entrar al evento donde vas a desarrollar tu carrera. Anterior a eso, a pesar de tener cinco cortometrajes, la gente no te toma realmente en serio como alguien que puede producir o dirigir una película entera. Ahorita estoy trabajando en un par de guiones, uno de ellos buscando desarrollo, otro está en escritura y también ando leyendo guiones de otras personas e intentando saber cuál es el siguiente paso. Ojalá podamos hacer pronto la que sigue y poder seguir haciéndolo con el equipo de amigos y colaboradores que siempre me han ayudado.

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Sobre el autor

José Pablo Acevedo

Crítico de cine en sus ratos libres que no está pensando en historias qué convertir en cortometrajes. Ha escrito para Cinemauno y las extintas publicaciones El buen invierno y R for Release.

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