
Narrativargenta es un proyecto que surge en septiembre de 2019, en Buenos Aires, y está a cargo de dos escritoras argentinas: Marina Arias y Marina Porcelli. Se trata de un sitio web que (dice en la presentación) busca ser un repositorio digital, un catálogo de libros inhallables, un nicho donde la narrativa escrita en ese país circula, y se despliega y puede leerse. Las semblanzas y las biografías de autores y autoras, los libros en pdfs, y los pdfs de galeras o de novelas inéditas, las tapas de las publicaciones: todo eso está disponible en el sitio. A continuación, una entrevista que respondieron por escrito las dos autoras, sobre los orígenes del proyecto, la legitimidad de autores y autoras, los problemas de distribución que enfrentan las editoriales independientes, la dicotomía sobre digital / papel, y por supuesto, los modos de leer en América Latina.
¿Cómo surgió el proyecto? ¿Por qué hablan de catálogo o de nicho de libros y no, por ejemplo, de colecciones?
En concreto, el proyecto surgió en un viaje en tren, de vuelta de La Plata. Marina Arias es profesora de la universidad allá, y habíamos ido a dar una charla. El tren tarda casi una hora en llegar a Buenos Aires, y eso nos dio tiempo de pensar muchas cosas. Aunque, en realidad, el proyecto surgió de todas las conversaciones que veníamos teniendo sobre escribir en Argentina, publicar acá, sobre el sistema editorial, etc. Las dos coincidimos en que existen muchos libros argentinos, escritos por autorxs argentinxs, que nos habían marcado, o que habían sido fundamentales para nuestras propuestas, y que eran prácticamente desconocidos. Libros que circularon en pdf, libros que tuvieron tiradas muy, muy cortas. Libros que nos resultan centrales y valiosos y nadie conoce. Narrativargenta es un catálogo digital de esos libros que no se consiguen y que nosotras queríamos volver accesibles. Nos comunicamos con lxs autorxs, les contamos nuestros posicionamientos, y fuimos armándolo. Estuvimos casi un año antes de lanzar el sitio y buscando el material.
Nos sorprendió el entusiasmo de lxs autorxs. Empezamos a entender con más claridad que ahí había un hueco editorial, un hueco que había que reparar o, por lo menos, al que había que prestar mucha atención. Se trata más de un catálogo, de un nicho, que de una colección: la diversidad de propuestas es también clave del sitio.
Creemos que lo que a lxs escritores nos forma no es solamente los trabajos en los talleres, los cánones heredados o puestos en cuestión, sino también ver qué están escribiendo nuestros contemporánexs, de qué está escribiendo la gente en Salta, en Córdoba, en Formosa. El proyecto sale con las ganas de rescatar esa narrativa que no tuvo la suficiente atención del mercado editorial hegemónico, que no tuvo buena distribución, o que se agotó. Hay libros que ni siquiera los tienen lxs propixs autorxs. Queremos hacerlos circular. La falta de circulación, por supuesto, que los libros estén obturados, perdidos, etc., responde a causas coyunturales, no a la calidad.
Alguna vez comentaron que tenían muy presente, a la hora de pensar el sitio, una web mexicana…
Sí, de hecho tenemos un antecedente de México, que nos gusta muchísimo, y que en parte quisimos replicar. Se llama Poesíamexa. Es un proyecto de sitio que cataloga y organiza libros de poesía mexicana. Como sabemos, los libros de poesía en papel son los más difíciles de encontrar que en cualquier otro género. La poesía es de las más maltratadas en la industria. Pero ese sitio funciona casi como una enciclopedia: cataloga toda la poesía que puede, cronológicamente, además. Lo que nosotras intentamos hacer, a partir de un posicionamiento de lectura, es más una especie de nicho de cosas perdidas. De libros perdidos, digamos. Argentinos. Y de narrativa.
La lectura como fundamento del proyecto, entonces.
Los modos de la lectura, sí, nuestros posicionamientos de la lectura son el corazón del proyecto. Y los libros que nos parecen importantes y significativos para la literatura argentina estaban circulando entre nosotrxs, pero no tienen nada que ver con las vidrieras de las librerías, con las mesas de novedades, con las propuestas editoriales de las multinacionales, con los premios en Europa.
Las dos tenemos más de veinte años leyendo y trabajando, discutiendo libros, y eso hace que, como lectoras, nos sintamos legitimadas para elegir qué libros queremos y qué libros, no. Es nuestro posicionamiento. Hay libros que nos conmovieron, hay libros que valoramos. Ese ejercicio de la crítica como lectoras también nos ayuda a discernir en el mercado editorial y a entender que no siempre lo que se está publicitando es necesariamente bueno, y viceversa. ¿Cómo se produce que un libro sea “bueno” o no? ¿Quién te lo vende? Los modos de leer atravesados por coordenadas históricas, políticas, ideológicas, etc. A ese cruce sale narrativargenta.wordpress.
Esto de la legitimidad sirve para pensar cómo operan ciertos resortes del sistema editorial.
Tenemos la impresión de que hay muchos libros que quedan como trabados, que los rebotan las editoriales grandes, o que están agotados después de tiradas cortas, y son inhallables, libros de autorxs a lxs que no lxs conoce nadie, que no tienen contactos en editoriales ni saben a quién dirigir el sobre con el manuscrito, autorxs que, quizá, sean de la mejor prosa en lengua española. Acá en Latinoamérica.
Ya sabemos, la calidad de un libro poco tiene que ver con su prensa. Y viceversa. Los autorxs desconocidos no son necesariamente desechables y pocos conocidos pueden jactarse de ser necesariamente lo contrario. Entonces, lo que parece obvio: a la legitimidad de una obra se la construye. Se la enfatiza, se oferta, se la hace tragar. A fuerza de reseña y foto grande en los suplementos, a fuerza de artículos y tapa en la revista del domingo. Al fin de cuentas, es ideológico. Alguien decide qué libros circulan y cuáles no.
¿Cuál es su dinámica de trabajo?
Bueno, leemos todo lo que podemos de autorxs argentinxs. Eso lo hacemos desde siempre, en realidad. Lo que nos llega, lo que encontramos, lo que nos recomiendan. Buscamos despojarnos de los criterios de mercado, y encontrar y revalorizar públicamente autorxs. Nuestras actualizaciones coinciden con el cambio de estación: nos gusta la idea de que los cambios se dan en los equinoccios. Nosotras hacemos la curaduría, lxs elegimos, pero el cuidado del material narrativo corresponde únicamente a lxs autorxs. La única regla que tenemos, y la instalamos desde el principio, es la unanimidad, las dos tenemos que estar totalmente de acuerdo con qué querer publicar y respaldar a unx autorx. Somos bastante implacables: las cosas que nos gustan, nos gustan, las que no, no. No queremos hacer concesiones.
Otra cosa que nos parece importante es que lxs autorxs puedan subir y bajar el material del sitio cuando quieran o cuando necesiten. El sitio es un soporte, un medio. Una herramienta de circulación. Que tiene la ventaja infinita de no chocar con los límites presupuestarios.
Una vez que se actualiza, y se hace la difusión, el formato de WordPress nos permite hacer un seguimiento de las estadísticas.
Qué quieren comentar sobre los lectores del sitio.
Estamos de verdad muy sorprendidas con ciertos números. Por supuesto, la cantidad de entradas, de clicks y de visitas al sitio es muy variable, pero hay días en que han pasado las 350. A ese número se llegó con las dos actualizaciones, y después, empezó a descender. El alza es alentadora. Está dando cuenta de que el problema de distribución es la clave para las publicaciones en papel; que si los precios de los libros fueran otros, y la circulación fuera otra, hay un nicho de lectores interesado en la narrativa argentina. Además de que las publicaciones digitales tienen la ventaja de que pueden ser leídas en cualquier parte del mundo, ya sabemos. Las estadísticas nos dicen que tuvimos lectores de Argentina, claro, y de México, pero también de Estados Unidos o de distintos países de Europa. Aunque suene un poco rimbombante, y por muchísimas razones, en todos lados y cada vez más se habla español.
En las coordenadas culturales que maneja nuestro país, nosotras creemos que el papel y el formato digital, en el fondo, no compiten. Para hablar de competencia, tendríamos que sostener que los lectores acceden con la misma facilidad y con la misma regularidad tanto al papel como a lo digital. Y no sucede así. No sucede para nada así. No es que alguien se levanta y dice, ¿hoy qué leo, en papel o en digital? Nosotras creemos que papel y digital no compiten porque hay un problema de presupuesto de fondo en el acceso a los libros. Entonces, si vos estás buscando la obra de papel de un autor, por ejemplo, y la encontrás en digital, te ponés feliz por haberla encontrado. Creer que los soportes compiten, en vez de entender que el problema de fondo está en el acceso al material, nos parece inocuo.
Volvemos otra vez al problema de distribución de libros.
Sí. La distribución es el área donde resulta más difícil ser efectivo. Las editoriales independientes vienen trabajando en ferias y eventos en todo el país. O con libros a pedido. Nosotras vimos que en muchos casos hay una colaboración buenísima con editoriales independientes que también piensan que los libros digitales no compiten con los de papel. Editores que nos dieron los pdf’s diseñados, porque creen que el que quiere el objeto libro lo sigue comprando por más que el pdf se consiga. No se reemplaza. Son dos maneras distintas de ponerse en contacto con la literatura. Claro que también están los que nos dicen “no quiero que circule el pdf porque voy a vender menos libros”. Nosotras no coincidimos con eso, claro.
Y esto, aún sabiendo que (es estimado) el 30 por ciento de lxs argentinxs no tiene acceso a Internet, y que la promoción de libros y autorxs se queda corta ante el semianalfabetismo estructural de América Latina. Pero creemos que hay libros que cuestionan, que se animan a pensar nuestra lengua, y el mundo que nos toca. Libros que, en general, no circulan. O circulan poco. Y por eso, leer digital sigue siendo leer. Otra vez: el soporte no hace a la calidad de lectura.
El nombre de Narrativargenta remite a todo el país, no solo Buenos Aires.
Nosotras crecimos en la ciudad de Buenos Aires, pero esa idea nos resultó central desde el principio. Entender que la Argentina no se circunscribe a Buenos Aires hace a toda nuestra propuesta: tanto la editorial, como a nuestras escrituras, como a nuestras lecturas, a qué tipo de personas somos, cómo pensamos el país, cómo lo escribimos. En general, si abrís una antología que se presenta como de autorxs argentinxs, estxs autorxs son todos porteños. Nos resulta muy extraño que para lxs escritorxs sea prioritario publicar en Europa antes que en Mendoza, o Roca, etc. ¿Para quién se escriben los libros? ¿Por qué los libros se legitiman si se van a Europa, y no si se mueven en el país? Hay una anécdota de Rodolfo Walsh, que nos gusta mucho, que contó una vez Horacio Vertbitsky. En una charla, le dijeron una vez que “Esa mujer” (el cuento que él escribió sobre el cadáver de Eva) iba a ser muy difícil de traducir. Entonces, parece que Walsh puso cara (seguro que puso alguna cara), dijo alguna cosa y en voz baja le susurró al compañero de mesa, “¿vamos a comer un bife a la esquina?”
Otra vez, los modos de leer.
Sí, los modos de la lectura son los posicionamientos. Qué se revitaliza, qué se critica, qué se deja afuera, qué se aparta y qué se valora. Hay que desarticular los cánones instalados y articular los nuevos. Discutir y plantear nuevos parámetros de crítica, de sensibilidad, de lecturas. El proyecto busca abarcar otras experiencias, no las hegemónicas. Autorxs valiosxs, invisibilizadxs, volverlxs visibles.
Y de dónde viene la frase “que dure la desmesura”.
Javier Payeras, un poeta guatemalteco, dijo que el Adán BuenosAyres de Marechal era una especie de “hinchazón del español”. Nos encantó esa frase. La cita completa de Payeras en un blog era algo así como “Chupá, lamé esa hinchazón del español”. La literatura argentina tiene algo de desmesurada. Autores de la talla de Borges, la propuesta de Arlt, de Marechal, de Libertad Demitrópulos. Que escribieron en este país sudamericano históricamente empobrecido, y que tienen una vitalidad y una alegría y una trascendencia que escapa a la medida. La frase es de Demitrópulos, de Río de congojas. Que crezca. Que dure. Que no se pierda. Que vaya más allá de lo esperable, de lo medible. Eso queremos para nuestro futuro.
Eso iba a preguntar: planes para el futuro.
Bueno, tenemos otras ideas. Trabajar con movilidad de autorxs, que los autorxs de una parte del país vayan a otra parte del país, por ejemplo, hay un proyecto ahí, dar charlas, lecturas. Y una idea más grande, que nos convoca, aunque sigue todavía en el plano de la proyección. Poder hacer un sitio de narrativa sudamericana, de narrativasudaca. Acceder y leer a autorxs de Colombia, Perú, Bolivia. Lo que está escribiendo la gente de Paraguay. Eso empezamos a pensar.