Caperucita: ni disfraz ni lobo
Hace unos días soñé que tenía el pecho plano. Sentí que finalmente era libre. Recuerdo que estaba sonriendo todo el tiempo; pasaba mis manos una y otra vez por mi pecho, para confirmar que era cierto. No tenía miedo de mirar hacia abajo y ver una parte de mi cuerpo con la cual no me…