Si se trata de eso, no.
Eran los mayores los que escuchaban la música sentados, ya fuera en la butaca del teatro, el sillón frente a la radio o la banca cerca del kiosco. Los jóvenes usaban la música para bailar, y esta música podía no tener letra o tener la mínima necesaria para anunciar su presencia. Pennsylvania, six, five-thousand! …